ROBERTO GARCÍA-MINGUILLÁN
Cerraba la temporada en la provincia de
Córdoba una corrida de toros este domingo en la localidad de Montoro. A las
cinco en punto de la tarde hacían el paseíllo Finito de Córdoba, Juan José
Padilla y El Fandi frente a una corrida de Fuente Ymbro.
Finito
cuajó una faena repleta de torería y con mucho gusto; a pesar del diluvio
reinante. Lo mejor llegó al natural extrayendo naturales larguísimos y muy por
abajo; sin duda, de cartel de toros. Faena de primor; que no fue rematada de
manera certera por la espada, de pinchazo y media tendida y trasera. Recalcar
que Fino brindó el toro a su compañero Padilla, al cumplir sus 300 corridas
tras su reaparición en Olivenza.
Padilla
arrolló por completo en Montoro en el segundo, inventándose una faena entregada a raudales,
que conectó mucho con los tendidos, hubo muletazos a pies juntos con enjundia y
derechazos encajados, terminó pegándose un arrimón con un desplante de rodillas
que puso a la plaza totalmente en pie. Gran estocada y dos orejas ante una
plaza entregada «al pirata» que ha vuelto loca a la afición de
Montoro. Previamente se lució en un quite por chicuelinas de manos bajas.
Fandi
no se quedó atrás y con un toro con clase, ritmo y nobleza, al que le recetó un
quite intercalando chicuelinas y tafalleras, cuajando un enorme tercio de
banderillas. En faena consiguió momentos templados por la diestra y sobre
todo al natural, finalizando su labor ofreciendo su habitual repertorio,
acortando terrenos y el desplante con el teléfono incluido. Mató de estocada
certera y descabello para pasear oreja.
Al
cuarto, «Organillero” de nombre, lo indultó Finito. Lo recibió con
extraordinarias verónicas, cargando la suerte y mucha torería. De antología fue
la media verónica final. El toro, muy bien presentado, tuvo clase, nobleza y
transmisión y fue a más. Por el pitón derecho le extrajo muletazos muy bajos,
muy despaciosos y eternos, infinitos. La plaza se volvió loca con el toreo del
andaluz al natural, donde extrajo muletazos con una belleza y gusto exquisitos.
Los remates de cada serie fueron de antología y expresando el toreo que lleva
dentro. La faena fue a más hasta que se llegó a pedir el indulto del toro,
concedido por la autoridad.
Toro
muy complicado fue el quinto, que se metía continuamente por dentro. Padilla fue
todo arrojo y valentía: comenzó de hinojos, andando con él desde el tercio
hasta los medios, siendo prendido aparentemente sin consecuencias, aunque con
la cara ensangrentada. Se armó de un valor fuera de lo normal y estremeció a
los presentes, con una faena llena de pundonor, tesón y un encomiable valor. La
plaza se volvió un clamor. Gran estocada y certero descabello. Recibió una
oreja con fortísima petición de la segunda.
Muy
variado de capa estuvo en el sexto Fandila, comenzando trasteo de hinojos en
los medios. El toro se arrancó de largo y le ofreció una buena tanda de
rodillas, con el astado humillando. El toro, tras esa tanda, se vio podido y se
rajó por completo. Fandi tiró de repertorio y, en la corta distancia con
alardes, se consiguió otra oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Montoro, Córdoba. Corrida de
toros.
Seis toros de Fuente Ymbro.
Juan
Serrano «Finito de Córdoba”, ovación y dos orejas y rabo simbólicos.
Juan José Padilla, dos orejas y oreja.
David
Fandila «El Fandi”, oreja y oreja.