JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO
La temporada de
Fernando Robleño bien puede decirse que ha ido de menos a más, como las faenas
importantes que han marcado la historia. Dos tardes en Madrid dieron el
pistoletazo de salida para un Robleño maduro del que la capital se percató de
su evolución; las plazas francesas hicieron que el capitalino de nuevo se
reencontrara con una afición que le ha dado todo; por último, y antes de
afrontar la maratón septembrina, Fernando no defraudó a El Bibio actuando por
partida doble en Gijón con la corrida de La Quinta y la de Adolfo Martín, esta
última junto a Perera.
Ahora Madrid
será el escenario en el que deberá rubricar su temporadón ante dos cárdenos
«saltillos”. «Está siendo una temporada muy seria, y creo
que poco a poco, y si los toros me lo permiten, se puede ver la dimensión que
quiero dar. Me encuentro en un momento importante de mi carrera, ilusionado y
con ganas de que me ayude la corrida de Adolfo el próximo domingo”, señala Robleño para CULTORO.
Una de las Ferias
donde se mostró el gran momento por el que Fernando Robleño está atravesando
fue la de Begoña en Gijón. Allí, el madrileño toreó la corrida de La Quinta
para salir en volandas y ofreció una gran dimensión, cuatro días después, con
el hierro de Adolfo Martín. ”Es una afición y una Feria importante. Fue
un doble compromiso crucial después de ser el triunfador el año pasado con la
corrida de La Quinta. Repetía este año y, además, toreaba también la de Adolfo
Martín con Perera. Medirme con él me motivaba mucho y al final fue una gran
corrida de toros, con muchos matices, y la verdad que estuvimos dignos los tres
toreros. Garrido, además, estuvo sensacional”, añade el torero.
Pero Francia es
su verdadero baluarte. Sabe que sus temporadas se basan en aquellas Ferias que
miran no sólo al torero sino a la persona. Y eso le hace sentirse seguro de su
concepto y de su carrera. «Desde hace unos años mis temporadas están
basadas en Francia y tengo la suerte de encontrar allí aficionados que me
respetan, me quieren ver año a año y para mí es un orgullo. Sí, son corridas
duras, pero es importante entrar en las Ferias francesas porque de allí te vas
orgulloso de ser torero”.
De cara al
domingo y sobre su preparación estos días, Fernando afirma que «cuando
uno ya lleva tantos años y ha toreado tanto en Madrid ya no sabe ni lo que
hacer para prepararse. Lo más importante es dejarse llevar, dejarse guiar por
el alma, tener la mente tranquila en que el trabajo está hecho y que disfruten
los aficionados. Son tantas las circunstancias para que la tarde sea bonita que
te puede la ilusión. Iré fresco de mente para mostrar el torero que soy”.
La familia
Zúñiga ha ido unida a los días de Fernando y, en cierta medida, le ha dado
sentido a su carrera. Empresarialmente, son un activo importante para la Fiesta
y sabe que defienden hasta la muerte su carrera. «Están haciendo una labor muy
importante dentro de mi carrera. Están muy ilusionados conmigo. Ellos me
conocían antes como torero y ahora me conocen mucho más, me han visto torear
muy a gusto y saben que puedo dar la otra cara de la moneda. A ellos les
ilusiona mucho, porque conocen un torero distinto de las corridas denominadas
duras”.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO