POZOBLANCO (CÓRDOBA)

Leonardo saca pecho


domingo 27 septiembre, 2015

Se llevó dos orejas de su lote de La Castilleja; una del sexto cortó Fandiño mientras que entre ovaciones se fue Escribano

Se llevó dos orejas de su lote de La Castilleja; una del sexto cortó Fandiño mientras que entre ovaciones se fue Escribano

POR IGNACIO RUBIO

El rejoneador Leonardo Hernández, Iván Fandiño y Manuel
Escribano paseaban esta tarde en la segunda de la Feria cordobesa de
Pozoblanco. Lo hacían frente a un encierro de La Castilleja, para rejones, y El
Tajo-La Reina para lidia a pie. De nuevo se veía un gran ambiente en el coso
andaluz, un lugar con la historia del toreo grabada sobre su albero.

Leonardo continuaba imparable en un final de
temporada superior. Tras un encuentro frío en el primer rejón subió el tono con
Amabista con un toreo de costado espectacular y dos quiebros de auténtico
cartel. Arrancó «Nerva” para bordarlo con un toreo de frente y sin trampa para
después con Verdi formar un auténtico lío. Sólo dos en falso y el resto con
mucha verdad dejó Hernández. Una rueda de cortas y el teléfono selló para clavar
el rejón en todo lo alto, que propició una muerte efectiva. Cortó oreja.  
Leonardo, alegre, trabajador y efectivo con
Champán, apaciguó al cuarto de La Castilleja en carreras y rejones de buena
colocación. Con Sol lo bordó en la cara, con mucha exposición, y con Verdi
cerró todo un compendio de doma y clavar en todo lo alto. Practicó el teléfono,
las banderillas cortas y el clavel en una laboriosa puesta en escena. Mató algo
caído para asegurarse la puerta grande al cortar oreja.

Aplausos escuchó en el segundo Escribano y con
pitos se despidió el manso y desrazado de El Tajo y la Reina, que no quiso
pelea en ningún instante. Manuel le buscó los terrenos en balde sin llegar
acoplarse en ningún momento. Sonsacó algo a derechas y a zurdas al paso, pero
se fue el animal a chiqueros donde pidió la muerte. Dejó Escribano una estocada
trasera y tendida.  
Escribano, bajo una fina lluvia que replegó
al público a las gradas, derrochó facultades y dominio en el capote y
banderillas. Fue una faena con altibajos ante el soso y falto de raza animal. Tras
un comienzo al natural prometedor, el toro comenzó a quedarse corto en mitad
del viaje. Tan triste como la lluvia esperada se derretía la sonrisa del torero,
que abrevió tras estocada arriba y escasa petición de trofeo.

Se pidió la devolución del tercero tras
embestir contra el burladero mermado. Ello, unido a la falta de clase, propició
una faena de mucha cantidad y poca calidad. Todo lo puso el torero, que a la
verónica se gustó. Después todo se fue diluyendo como un azucarillo. Saludó
ovación tras estocada. 
Con pase cambiado por la espalda en el centro
del platillo y una gran serie en redondo arrancó Fandiño la música. Volvió a
ligar en el sexto ya quitarse las zapatillas, toreando muy vertical con la
derecha. Sacó al natural una serie buena y ligada para la siguiente verse
comprometido en una fea voltereta. En su vuelta a la cara sacó otra buena y
posterior desarme que paró la música. Las manoletinas finales y la estocada le
otorgaron la oreja. 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Pozoblanco, Córdoba. Segunda de la Feria de
Nuestra Señora de las Mercedes. Corrida de toros mixta.

Toros de La Castilleja, para rejones, y El Tajo-La Reina para
lidia a pie.

Leonardo
Hernández, oreja y oreja.

Manuel
Escribano, palmas y ovación.

Iván Fandiño, ovación y oreja. 

 

FOTOGALERÍA: ISA MORRO