Álvaro Lorenzo y Varea hacían esta tarde el paseíllo en el
rincón valenciano de Algemesí, en el marco de la penúltima de las novilladas de
su Feria menor. En chiqueros esperaba un encierro gaditano con el hierro de
Núñez del Cuvillo.
Extraordinario fue el manejo del capote de Lorenzo con el primero, un animal de nobleza y clase que no aguantó la exigencia con raza al llegar a la muleta. Suave y muy templado el toledano, fue capaz de cortarle una oreja de mimo tras la estocada corta.
Distinta fue la condición del segundo, exigente y de cara suelta, que embistió con repetición de salida en el gran recibo capotero de Varea. Pero fue distinto en la muleta, donde protestó defensivo y lo puso difícil para un Varea que siempre anduvo con valor y oficio en la cara para cortarle una oreja.
Pareció coger vuelo la faena de Álvaro Lorenzo al tercero por la clase que derramaba el animal, pero fue un espejismo, porque el mimo del toledano no fue suficiente para que acudiera con repetición y tuviese transmisión el trasteo. Una ovación fue su premio.
Muy variado y muy metido en la faena al cuarto anduvo Varea, firme y convencido siempre, templado y suave con la gran clase del Cuvillo. Tuvo abandono el toreo vertical y ralentizado del levantino, que se encajó para saborear cada trazo, lo reventó de una estocada y paseó las dos orejas y el rabo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Algemesí, Valencia. Penúltima de la Feria de
novilladas. Lleno.
Cuatro novillos de Núñez
del Cuvillo.
Álvaro
Lorenzo: oreja y ovación.
Varea: oreja y dos orejas y rabo.