JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Esta
tarde, Jesús Martínez volverá a hacer el paseíllo en su tierra, Aranda de
Duero, una plaza en vías de recuperación. La historia de la cubierta es una
historia de polémica: tras problemas burocráticos, la pasada temporada volvió a
reabrirse el coso por parte de Pablo del Río y ahora está volviendo a gozar de
ríos de gente en busca de la gloria taurómaca en mitad de Castilla. Su paisano
Morenito hará el paseíllo esta tarde junto a Ponce y Fandi, y antes de
trenzarlo charla con CULTORO sobre su futuro más inmediato.
Rompió
la semana pasada con sus apoderados, Mariano Jiménez y José Ignacio Ramos,
después de una temporada juntos tras la Puerta Grande madrileña en la Goyesca
del 2 de mayo. La desgracia acaeció en no verse anunciado en algunas de las
grandes Ferias y, sobre todo, en no llegar a un acuerdo con Taurodelta para su
inclusión en la Feria de Otoño. «Me está llamando mucha gente, hay muchas
muestras de interés con todo el mundo que he hablado, pero hasta que no termine
la temporada esta tarde no decidiré. A partir de mañana empezaré a hablar y a
atender a la gente que ha mostrado su interés. Lo que quiero hacer es tomarme
mi tiempo y pensar bien la decisión”, señala Jesús para CULTORO.
Hace
tan sólo unos días se sintió torero en San Martín de Valdeiglesias, triunfador
de otras ediciones, donde «tenía mucha ilusión en una corrida de
Fernando Peña que finalmente no embistió. Creo que estuve a la altura y fue una
tarde que, aunque sin triunfo rotundo, vio que me sentí capaz también con la
espada”, rubricó. El pasado sábado, la localidad onubense de Cortegana
también lo vio salir en volandas junto a Pepe Moral en un gran espectáculo ante
el hierro de Pereda.
Sobre
el desarrollo general de su temporada, en la que ha hecho el paseíllo tras
Madrid en plazas como Pamplona o Bilbao, asegura que «estoy muy ilusionado. Está siendo
una temporada en la que me siento a gusto delante del toro, estoy mostrando
cosas a un gran nivel. Quizá lamento que esté toreando poco, pero quiero
aprovechar al máximo cada tarde para que cuando salga de la plaza lo haga
satisfecho”.
Y esta
tarde llega Aranda, su tierra, su gente y un paisanaje que le exige. «En
Aranda, tras la regularidad de la temporada, se ha generado mucho ambiente
entre mis paisanos. Estar de nuevo al pie del cañón el año pasado con la
encerrona y la sustitución de Perera, donde corté cuatro orejas, les hice tener
confianza en mí”, afirma el burgalés.
Y el
invierno, para la reflexión. Así son los toreros. Nadie los va a cambiar. No
son tíos de decisiones fáciles, ni rápidas. Son tíos de pensarse mucho su
futuro para estar frescos en el momento clave. «Todo es ir paso a paso. Por lo
menos tengo tranquilidad interior, que es una de las cosas que me relajan, y si
tienes tranquilidad interior te salen las cosas delante del toro en el campo
como quieres. Siempre quedan muchas cosas por desarrollar, por pulir, es normal
porque esto es una lucha constante con uno mismo. Ahora quiero encauzar mi
carrera con la persona que vea que me aporta cosas. Aunque no será una decisión
que tome en poco tiempo, sí será decisiva porque será antes de meterme en el
campo con la mayor ilusión de las pasadas temporadas”, rubrica
Morenito.
FOTO: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO