Joaquín
Galdós hará el paseíllo esta tarde con la novillada de Baltasar Ibán en Villaseca
de la Sagra. Compartirá cartel junto a Clemente y José Ruiz Muñoz en uno de los
encierros más esperados de la localidad toledana. Galdós inicia así un
septiembre en el que debe dar la cara y atestiguar todos los triunfos que lleva
otorgando en su campaña. Pero sobre todo, su septiembre estará enfocado a la
novillada de Madrid que abrirá la Feria de Otoño, en la que el peruano está
acartelado.
«Yo confiaba mucho
en mis condiciones, me veía muy preparado, pero la verdad que me sorprendió un
poco lo que se hablaba de mí en positivo al principio. He estado bien colocado
en las Ferias, y todavía no ha empezado septiembre cuando llevo 17 novilladas.
En Madrid no pudo ser, pero Sevilla y, sobre todo Francia, han visto mi
evolución”,señala Joaquín sobre su temporada. Sabe que no era nada fácil abrirse camino y
gracias a su exposición consiguió que una casa grande, como la Fusión
Internacional por la Tauromaquia, apostara por él.
Hubo
una tarde que fue el punto de inflexión de su carrera: el mano a mano con
Martín Escudero en Las Ventas tras su grave cogida en mayo. «Fue
el momento más importante. El hecho de haberme sobrepuesto a la cogida, que fue
dura, no fue fácil solventar los tres novillos. A ese primer novillo lo pude
torear muy a gusto, en una faena muy sentida que no tuvo la repercusión
triunfal que hubiera esperado”, añade Galdós.
Francia
es el baluarte del joven. A principios de temporada se le vio la proyección
para que gustase su actuación en el país vecino. «Ahí me quieren muchísimo. Desde
la primera novillada de Pedraza de Yeltes en abril, se me abrieron las puertas
de Francia. Mont de Marsan, Vic, Roquefort…han tenido mucha repercusión y estoy
encantado del ambiente en ese país. Se lidia un toro serio, se respeta mucho al
toro y los triunfos tienen mucha repercusión. Si tu cuajas un toro de verdad te
lo cantan”.
Sobre
su actuación dentro de unas horas en Villaseca, señaló que «me hace especial ilusión. Cuando
uno está en el patio de cuadrillas y sabe del trabajo que hay detrás de ese
acontecimiento, se es consciente de la ilusión y del trabajo que hay tras ese
momento. Eso es una motivación grandísima para torear. Para nosotros es una
plaza de primera. La ganadería me motiva muchísimo porque he visto embestir
novillos importantes y exigentes de Ibán”, rubricó para CULTORO Galdós.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO