POR: IGNACIO RUBIO
Un encierro de Virgen María estaba preparado para irrumpir en la
corrida de la Feria de la ciudad manchega de Daimiel. Curro Díaz, Joselito
Adame y Luis Miguel Vázquez hacían a las seis en punto de la tarde el paseíllo
en la localidad ciudarrealeña.
Una oreja paseó Curro Díaz
tras una gran faena al noble primero de Virgen María. Selló buenas verónicas, ganando
terreno y gustando con tremenda suavidad. Dejó, muleta en mano, dos tandas con
la zurda de gusto para ver que el pitón era el derecho: allí surgieron los
pasajes más bellos, con su esbelta figura y quietud. Surgieron molinetes y
desprecios con torería para dejar una estocada efectiva y cortar la oreja entre
los aplausos del respetable al toro en el arrastre. Paseó del cuarto otra oreja
en una faena que se recordará por la despaciosidad, la cadencia y los ajustes
de ésta. Fue prendido en un pitón a la salida de un pase de pecho siendo
feamente volteado, reponiéndose poco después y firmando pasajes a cámara lenta
jaleados con olés. Tres pinchazos previos hicieron que perdiera el premio
grande, paseando finalmente la oreja.
Luis Miguel Vázquez cumplió
con creces ante sus paisanos con un toreo puro y clásico desde que se abrió de
capote a la verónica en el segundo. Templó y mandó el de Daimiel que incluso se
permitió el brindis al familiar. Fue su toreo franco y de verdad, pero no
comenzó por bajo como en tantas tardes, sino que fue con la derecha para
encontrar después su momento al natural en tres series de trazo muy largo y
bien rematados los de pecho. Brilló en molinetes y farol incluido para ligar el
de pecho. Estaba entregada la plaza mientras sonaba su pasodoble. Se perfiló a
espadas logrando una estocada atravesada que necesitó dos golpes de verduguillo
para pasear la oreja. El quinto protagonizó un susto cuando Vázquez
lo recibía a la verónica: cayó delante del astado y él mismo desde el suelo se
hizo el quite. Posteriormente el picador Ignacio Sanchez quedó colgado y
mermado tras derribarlo el toro, pasando a la enfermería. Dos orejas paseó Luis
Miguel de ese toro en una faena de gran toreo en redondo y brindis al torero
local Lauri, emocionado por la gran
faena del daimieleño. Dejó tres series de trazo y mando largas y bien
rematadas. De la estocada salió prendido, para cortar finalmente dos orejas. Se
desmonteró Jorge Fuentes por dos grandes pares.
Palmas escuchó en el
tercero Joselito Adame, un toro que fue un regalito y al que Héctor Vicente le
recetó una vara de órdago para recibir otra más del que guardaba puerta y otra
más posterior para intentar ahormar al descastado y con peligro de Virgen
Maria. La faena anduvo a la deriva del mexicano, que no se pudo emplear ni
entregarse a fondo. No se vio al torero poderoso de tantas tardes ante la
adversidad. Lo mató con decoró y escuchó palmas de ánimo. Dos orejas paseó Adame del sexto en una faena
completa llena de garra y no querer perder la batalla. Adame toreó con gusto
con el capote y quitó por chicuelinas. Su faena fue de gran dimensión, aunque
mejor por la derecha, con mano baja y buenos ajustes. Se esforzó y al natural
ligó con profundidad. Los invertidos y el arrimón típico gusto en Daimiel y la
estocada en la cruz algo tendida fue suficiente para doble premio. Los toreros salieron
en hombros junto al mayoral de Virgen María.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Daimiel, Ciudad Real. Corrida de toros. Más de
media plaza.
Seis toros de Virgen
María.
Curro
Díaz, oreja y oreja.
Luis
Miguel Vázquez, oreja y dos orejas.
Joselito Adame, palmas y dos orejas.
Se desmonteró Jorge Fuentes tras dos grandes pares al quinto.