MÁLAGA

El oficio de Fandi y el valor de Simón por encima del bruto encierro


sábado 22 agosto, 2015

La única oreja de la tarde recayó en las manos de Fandi, jugándose también la vida López Simón ante una desagradecida corrida; sin opciones Castella

La única oreja de la tarde recayó en las manos de Fandi, jugándose también la vida López Simón ante una desagradecida corrida; sin opciones Castella

El Fandi, Sebastián Castella y
López Simón hacían el paseíllo a las siete en punto de la tarde en la última de
la Feria en La Malagueta, en un festejo en el que saltaban a la arena los toros
de Ricardo Gallardo. Otra gran entrada acogía el coso andaluz para la última
corrida de su Feria de agosto.

 

Tenía cuajo y presencia el primero de Fuente Ymbro, al que recibió Fandi con una larga cambiada de rodillas en el tercio, pero le faltaron desliz para rebozarse en las verónicas y entrega para caminar. Campaneó el toro al caballo con poder, pero después de llegar bruto y topar con el peto. Espectacular en banderillas con el toro apretando, en un derroche de facultades. Pero se lastimó una mano el animal y eso le condicionó las arrancadas, que tuvo que dosificar David bregando mucho y brillando poco, pero en una meritoria labor hasta que se paró del todo el animal. Lo mató de estocada y escuchó silencio.

Con un frenazo tremendo se presentó el pelotudo segundo en el percal de Castella, que tuvo que bajarle los humos echando abajo el trapo. Lo cuidó en el caballo el francés antes del ceñidísimo quite por chicuelinas que López Simón dejó como tarjeta de visita. Basto era el toro de hechuras y bastó fue su comportamiento en el inicio muletero, que le empujó Castella hacia adelante para que la tomase a regañadientes. Y así continuó durante toda la lidia, con el galo proponiendo por abajo y el animal protestando por arriba y buscando la gatera cada vez que le variaban el trazo. Porfió Sebastián, pero se encrespó el público y una estocada terminó con el segundo acto en silencio. 

Con tres delantales sin enmienda y un manojo de verónicas firmó López Simón el saludo al tercero, abrochados con una media abelmontada que arrancó la ovación en la plomiza tarde. También este fue bruto en el caballo, a pesar de estar más lavado de cara y con menos basteza de hechuras que sus hermanos. Por navarras quitó El Fandi en vistosa lid. La muleta fue un recital de valor y de gobierno por parte de Simón, que aplastó con su verdad el genio mentiroso del Fuente Ymbro. Quieto ante la llegada vencida por dentro, tragando reposición y mala idea con aplomo en los pies y pisando el sitio donde se cobra en tabaco y en billetes. Lo supo ver Málaga, porque no había faena de muletazos bellos, pero sí un tío jugársela la vida de verdad, teniendo al tendido en un puño hasta que cayó el animal. Un pinchazo y un aviso arruinaron el posible premio, que se pidió en el tendido sin mayoría. Vuelta. 

Manejó el capote Fandi con mucha solvencia para reducir al encampanado y geniudo cuarto, una borrico con dos perchas que jamás se quiso entregar a la tela. Con mucha brillantez cumplimentó el granadino el tercio de banderillas, vibrante por la falta de franqueza del bicho. Y aún se arrancó de lejos y le tomó por abajo la tela que le enseñó Fandi de rodillas en el inicio en los medios, pero fue la única vez que aquello pareció una embestida. Después fue oficio, saber hacer y voluntad de un torero que supo apretar y aflojar en los momentos justos para que siguiera caminando el animal, que tuvo movilidad para que la aprovechase David. Lo exprimió al máximo, lo mató de un estocadón y paseó una oreja trabajada.
El quinto, de Victoriano del Río, le embistió en línea recta y sin gran afán a Castella en el saludo, y vulgar fue su pelea en varas. Por gaoneras lo quitó Simón, en un viaje corto que supo aliviar con una revolera. Pegajoso se puso en banderillas, tomándola por abajo, pero sin irse del capotazos. Solo para voltear a Vicente Herrera sin consecuencias aparentes. Con cambiados en los medios le aprovechó el tranco en el inicio el francés,  que tardó un par de series en imponerse al disparo de viaje corto que sacaba el toro cuando no había inercia. Seguro y poderoso se mostró después con la derecha, imponiendo su ley al díscolo Victoriano, que terminó parándose cuando se sintió podido, pero sin entregarse nunca. Hasta le pegó dos arreones de mala idea al francés en el final de faena, avisando que con él, pocas bromas. Palmas tras dos avisos. 
 
Con lances a pies juntos y sin probaturas recibió Simón al cierraplaza, que no tuvo ritmo pero sí se desplazó en un saludo que murió en los medios. Desentendido se mostró tras los dos picotazos con que lo midió Tito Sandoval. Nunca tuvo clase el animal, pero llegó bruto y sin entrega a la muleta de un Simón que se lo pasó muy cerca, merendando pitón y atornillándose al piso para imponerse al Fuente Ymbro que protestaba el toreo. Muy de verdad el de Barajas, fue capaz de sacar un circular invertido de 500 grados y morirse en las manoletinas del final, a falta de más toro. Una estocada sobre el aviso procedió a la ovación de despedida. 

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Malagueta. Última de
Feria. Corrida de toros.

Seis toros de Fuente Ymbro y uno de Victoriano del Río, exigente y áspero el primero, basto y rajado el castaño segundo, geniudo y mentiroso el manso tercero, de movilidad sin clase ni entrega el bruto cuarto, díscolo y sin entrega el geniudo quinto, bruto, áspero e informal el sexto.

David
Fandila «
El Fandi”, silencio y oreja. 

Sebastián Castella, silencio y silencio.

Alberto López Simón, vuelta y ovación.