Jorge Martínez, Álvaro Alarcón y David López abrían este sábado la Feria taurina de Los Remedios de la localidad madrileña de Colmenar Viejo, en la que se lidiaba un encierro murubeño de Castillejo de Huebra.
Jorge Martínez subestima las embestidas del primero, del que saluda una ovación
Acusó la querencia el primero, de José Manuel Sánchez, y se fue a apretar el peto a la puerta, donde trataron de preservar sus condiciones sin lastimarlo en exceso. Protestado fue en el tendido, donde faltó paciencia y conocimiento para esperar al animal, al que había cuidado en todo momento Jorge Martínez. Brindó al público el murciano y tuvo paciencia para dejar que se centrasen en la muleta las embestidas atolondradas, que el novillero se empeñó en desdeñar. Por eso se llevó dos sustos, de abrir la ventana en la muleta, más que de errar. Pero tuvo valor para torearlo largo y para dejarlo pasar muy cerca cuando ya no había más opción. Un pinchazo sin preparar y una estocada sin ejecutar dieron paso a una ovación que tal vez no reflejó la excesiva suficiencia de Martínez.
Alarcón trata de acumular muletazos con un novillo de humillación larga
El segundo acusó la querencia del desencajonamiento más, incluso, que el abreplaza, y le costó a Álvaro Alarcón mantenerlo en los terrenos de sombra. Le costó lo suyo a Álvaro Alarcón confiarse con el segundo, un novillo de arrancadas tan francas como lo era su intención de marchase a la puerta de chiqueros cada vez que le dejaban abierta la opción. Pero tampoco se la cerraron, y en terrenos de toriles tuvo que realizar la obra un Alarcón que se preocupó más de pegar muletazos que de imponerle al animal las condiciones de la pelea. Resultado: no hay pelea. Por eso no paseó trofeo alguno con este segundo. Silencio.
Silencio al mal uso de la espada en una faena de voluntad de David López con el tercero
Con más soltura que brillo manejó el capote David López en el utrero de su debut en La Corredera, siendo, como es, de la escuela de Colmenar Viejo. Por eso brindó a la concurrencia el utrero, al que le dió suavidad y mando en un inicio de ganar el paso hasta los medios. Y se le vieron las carencias al chico, pero también el empeño por hacer las cosas bien d3lante de la cara con un animal que tendía a quedarse corto. Mal con la espada, tuvo que conformarse con el silencio.
Ovación para la solvencia sin brillo de Jorge Martínez con el cuarto
Al cuarto lo saludó Jorge Martínez con verónicas tan solventes como bien utilizadas para encelar a un animal que marcaba la querencia con denuedo. Pero no fue óbice, esta vez, para que lo mantuviera Jorge en terrenos de sombra, donde fue desgranando muletazos de más facilidad que brillo con un novillo al que le faltaron finales para redondear la obra. Dejó una estocada desprendida esta vez y las palmas valoraron su labor.
Alarcón se desenvuelve con suficiencia con el buen quinto, pero no lo cuaja
Con el quinto quiso Alarcón quedarse tan quieto en el saludo capotero que dejó en nada el recorrido del utrero, con más inercia que voluntad. No terminó de definirse el animal en banderillas, pero sí tuvo claro Alarcón que no iba a perderle ni un paso, y hubo ocasiones en las que no le hubiese venido mal para desahogar la arrancada. Tenía entrega, verdad y motor el de José Manuel Sánchez para conjuntar la faena, pero no fue hasta que le puso pausa Alarcón al natural y se dedicó a embarcar y trazar con pureza cuando rompió el trasteo, con mucho menos ritmo en corto porque si no hay viaje, que al menos haya excelencia en el trazo. Pero no fue así. Fue una faena de más metraje que argumento en la que las bernadinas finales parecieron fuera de lugar sin haber cuajado al animal. Un pinchazo y un bajonazo pescuecero emborronaron, además, todo lo que hubiera de positivo. Silencio tras dos avisos.
David López cuaja al extraordinario sexto y la espada lo deja sin premio
Bajo de cruz, corto de manos y de noble expresión, el sexto de Castillejo salió ofreciendo humillación y y entrega en las verónicas del saludo de David López, tan verde como entregado a la causa. Le vino fenomenal al utrero el capote de Juan Sierra en la brega, sobresaliente en su función. Brindó al público David y se fue al tercio a ganarle el paso al animal a base de templados doblones en los que ya se vió cómo se desplazaba el enclasado animal. Pero fue una tanda diestra, con la muleta siempre en el morro, la que hizo romper el trasteo y hasta la tarde, porque el cambio de mano con que remató la serie fue sencillamente monumental. Ahí comenzó a creérselo David, que se abandonó al trazo hasta el final y se dedicó a disfrutar de las arrancadas hasta que la espada lo despertó del sueño. Aún así, se llevó la ovación de la tarde.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Corredera, Colmenar Viejo. Primera de Feria. Novillada con caballos.
Novillos de Castillejo de Huebra. Con fondo y entrega en el embroque el buen primero, de larga humillación y querencia acusada el segundo, vulgarón y aquerenciado el tercero, noble y sin clase el espeso cuarto, de gran entrega y clase el buen quinto, de gran entrega, clase y humillación el extraordinario sexto.
Jorge Martínez, ovación en ambos.
Álvaro Alarcón, silencio y silencio tras dos avisos.
David López, silencio y ovación.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
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