Esta
tarde noche, en la capital de Tierra de
Barros, Almendralejo, se ha
celebrado un largo festejo taurino con
motivo de las ferias y fiestas de La
Piedad, que ha supuesto el debut como matador de toros del llerenense Tomás Angulo, actuando como padrino de
ceremonias Finito de Córdoba y de testigosEl Cid y José Garrido. Con ganado de Luis
Algarra, muy bien presentados, que se dejaron en diferentes medidas a
excepción del séptimo, aplaudidos al arrastre 1º, 2º y 4º. La plaza registró
media entrada.
Para
las estadísticas quedará Guapetón,
un negro burraco herrado con el nº 22, el toro con el que Tomás Angulo accedió al último peldaño del escalafón taurino. A
este lo lanceó bien a la verónica dando signos de flojedad. Realizó un quite
por ajustadas chicuelinas y la media de remate. Se lo brindó a quien siempre
confió, lo apoyó y siguió, su apoderado Francisco
Ruiz «Paquito”. Ya desde un principio se veía a extremeño tranquilo, lo que
le sirvió para instrumentar una faena torera, estando firme y seguro en todo
momento. Lo probó por el pitón izquierdo y aquí el burel tenía más guasa,
exigía más y el torero anduvo a la altura de las circunstancias estando por
encima del animal. Con un estoconazo liquidó al primer toro de su carrera que
le sirvieron para cortar las dos orejas. Quizás este hecho hiciera que ante el
que cerrara plaza saliera más relajado y eso se tradujo en una lidia menor a
uno de Luis Algarra que para sí
quisieran muchas de segunda categoría. Un quite por gaoneras y la media de
rodillas. Se lo brindó a su madre. Como digo la faena fue menor por cuanto el
toro desde el principio levantaba la cabeza tras cada pase y el torero no
estuvo fino al querer llevar la muleta siempre a media altura. Por el izquierdo
se mostraba más tardo el burel. Fue un toro que necesitaba una distancia más
larga para citarlo. De cualquier forma Angulo ya había dado muestra de lo bueno
que atesora esta tarde, y a buen seguro irá perfilando y mejorando a poco que
se le den las oportunas oportunidades, valga la redundancia.
Finito de Córdoba tuvo
destellos, como el saludo capotero, a su primero, con manos bajas y una media
de mucho gusto. Así mismo el comienzo muletero fue muy artístico con la rodilla
flexionada. Al natural se quedaba más parado y además Finito le enseñaba el
pico. Volvió a la derecha y aquí al desplazarse mejor el torero también
alargaba el brazo. Ovación escuchó. El quinto de la tarde recibió una gran puya
tanto por la forma de cogerla como por la colocación por parte de Jesús Manuel Vicente. Pocas ganas
mostraba el toro pero a base de pundonor Finitole fue sacando faena. Como estuvo mal con el acero de nuevo escuchó ovación.
Desde luego El Cid no es el de otras temporadas. El tercero de la tarde fue
recibido con muchos pases de muleta y casi otros tanto enganchones. Luego el
astado tiró al caballo, lo que llevó a que se desarrollara un auténtico circo
para intentar levantarlo. Con la muleta fue bien entendido por ambos pitones,
colocándose el de Salteras fuera de cacho en ocasiones. Él se fue gustando cada
vez más. Con un pinchazo y una entera le concedieron los dos apéndices. A su
segundo lo lanceó con suavidad capotera. Gran puya la efectuada por Manuel Jesús Román. Fue una faena
basada casi íntegramente por el pitón derecho, el torero a ratos despegado. La
cosa iba de más a menos y El Cidhizo algún que otro guiño al tendido. Lo que le sirvió para obtener otra oreja.
El
otro extremeño de la tarde, José Garrido,en tiempos compañero del hoy alternativado, se mostró más cuajado de las
que tardes tiene toreadas. Desde el principio se observó las ganas con el
capote, verónicas a compás abierto, chicuelinas y la media. Hizo un lucido
quite por tafalleras. Grandes pares de banderillas a cargo de ese gran torero
de plata como es Jesús Díez «Fini”. Garrido se va haciendo a pasos agigantados y lo demostró con la franela ante el
cuarto, al que se ciñió mucho, estando con mucha seguridad y sabiendo lo que se
hace. Dos orejas paseó de este cuarto. De nuevo otro quite por chicuelinas, y
de nuevo también mencionar a «Fini”esta vez por su excepcional brega, y junto a sus compañeros Valdeoro y J. María Amores saludaron tras parear estos últimos. Garrido se lo brindó a quien fue su
maestro en la escuela taurina y torero local Luis Reina. Este fue el peor toro de la corrida, se mostró basto y
bruto en la embestida. Poco se le podía hacer, aún así el torero puso todo de
su parte, sacando poco fruto a su esfuerzo. Posteriormente alargó en exceso la
faena. Escuchó una ovación tras una fuerte petición.
Así
pues el mundo de la tauromaquia en general y el extremeño en particular cuenta
desde hace unas cuatro horas con otro torero más en lo más alto. Por lo que
sabemos y hemos visto, podemos decir que madera tiene para estar ahí, ahora
como siempre llega lo más difícil y desde aquí por tanto desearle la mejor y
mayor de las suertes posibles.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Almendralejo,
Badajoz. Corrida de toros.
Seis toros de Luis Algarra.
Juan Serrano «Finito de Córdoba”, ovación en ambos.
Manuel Jesús «El Cid”, dos orejas y oreja.
José Garrido, dos orejas y ovación.
Tomás Angulo, que tomará la
alternativa, dos orejas y dos orejas.
FOTOGALERIA: ALFONSO PLANO