Dos toros de Capea y cuatro de El
Puerto de San Lorenzo se lidiaban en la corrida mixta de la Feria de Begoña en
la que Diego Ventura, Alejandro Talavante y López Simón hacían el paseíllo,
este último sustituyendo a Cayetano Rivera.
Desentendido y sin mucho afán de seguir la grupa salió el primero de Capea, con el que tuvo que emplearse Ventura en dos rejones para enfadarlo y que acudiera a los cites. Pronto captó la atención con Roneo, con el que dio una vuelta completa al anillo con el toro cosido al estribo. Sacó ritmo el de Capea para el toreo templado, saliendo por los adentros con exposición. Ceñido y limpio resultó el primer quiebro con Maño, llegando mucho al morro con compromiso. A Remate utilizó para el carrusel de cortas y para marrar en el primer encuentro, lastimado una mano al animal y perdiendo las orejas. Ovación.
Muy despacio embistió el segundo, primero de El Puerto para la lidia a pie. Tanto que hubo de lidiaron por abajo Talavante para mantenerlo la voluntad. Medido el castigo por su justa fuerza, y protestó el toro el en final empujado que ejecutó Alejandro con la muleta muerta. Para adelante se fue el de El Puerto poco a poco, mejor al colocar la cara que al finalizar los trazos, desentendiendo la salida. Metido Talavante siempre, supo hundirse y confiar para aprovechar la enclasada embestida componiendo y sintiendo el trazo antes de que se rajase el animal. Un metisaca antes de la estocada dio al traste con el premio. Ovación.
Con lances a pies juntos saludó López Simón al tercero, con cadencia en los lances y y una media monumental. Al caballo de la puerta se empeñó en ir el de El Puerto sin gran entrega. Con estatuarios en los medios inició López Simón la faena de muleta, con un desprecio final de cartel de toros. Ni un palmo le cedió al descompuesto animal, que terminó afligido ante la seguridad de Alberto. Le dio el frente el madrileño, que se hundió en la arena para que girase alrededor el manso animal y se lo sacó por la espalda metiendo al tendido. Manoletinas en el final y un feo pinchazo antes de la estocada desprendida dejaron el premio en una oreja.
Le dejó Ventura al cuarto la grupa en el belfo para encelarle la embestida que quería ponerse por delante, y logró que sacase ritmo el animal tras el primer rejón. Tremendo en el temple con Nazarí en banderillas, fue complicado que se embroques con clase el regordío animal de Capea. Ya le costaba arrancarse al toro cuando sacó a Chalana para que llegase el animal hasta los pechos sin dejarlo hacer presa ni una sola vez. Muy ceñido en los embroques, dejó dos piruetas para el tendido. Un par a dos manos con Remate y una tremenda conexión con las cortas, junto con un rejonazo, propiciaron la concesión de las dos orejas.
El quinto humilló en las encajadas verónicas de Talavante, que durmió las embestidas enclasada que empujaban la tela con el riñón. Empujó el animal en el caballo un rato, y fue más duro eso que el puyazo en si. Por chicuelinas quitó Talavante con ceñido compromiso y belleza formal. Fulgurante fue el inicio, templando de rodillas la embestida cuya protesta en el final anunciaba poca duración. Maciza fue la primera serie al natural, dibujando despacio hasta el inoportuno desarme por quedarse el toro. Se vino a menos el de El Puerto, solo en naturales sueltos llegó la excelencia. Una tanda diestra en el final tuvo quilates y ralentí, pero no fue capaz el astado de entregar hasta el final la clase de los principios. Templado y capaz el final hacia adentro, llenando de torería el epílogo. Pinchó sobre el aviso y la estocada posterior dejó en una oreja el premio.
El serio sexto tuvo seriedad también en la
embestida con el capote que quiso ceñir López Simón en los lances del saludo,
mejor propuestos que tomados. También fue mejor el puyazo medido de Tito
Sandoval que la vulgar pelea del toro en el penco, a cuya salida se desbordó y
hubo de ser devuelto. Fría de Atanasio fue la salida del sobrero, que se fue
lejos después de cada chicuelina de López Simón. Tenía el animal cuatro
arrancadas buenas en el inicio y supo aprovecharlas el de Barajas para dejar
una serie compacta y enterrada, templada y con ligazón para dejar su sello.
Pero se vino a menos el animal, afligido por el poder de Alberto. No le quedó
otra salida que el arrimón cuando se aplomó el toro, y se enterró en la arena
Simón, ganando el paso, dejándola en la cara y tragando las pasadas
descompuestas. Con circulares sin enmienda firmó el epílogo, haciendo que
rompiese la ovacion cerrada ante el seco valor del madrileño. Una estocada
entera sirvió para cortar la oreja que le faltaba y acompañar en hombros a
Ventura.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de El Bibio.
Quinta de la Feria de Begoña. Corrida de toros.
Dos toros de Capea y cuatro de El Puerto de San Lorenzo, con ritmo y fijeza el buen primero, con clase pero rajado el mansito segundo, descompuesto y rajado el tercero, descompuesto y parado el cuarto, de clase a menos el quinto, aplomado y deslucido el sexto.
Diego Ventura, ovación y dos orejas.
Alejandro Talavante, ovación y oreja.
López Simón, oreja y dos orejas.
FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ