La
responsabilidad de ser torero es un don innato en cualquiera que se atañe el
traje de luces. Cualquiera. Las filas de plata han sido, son y serán clave
inequívoca de esa virtud responsable de todo aquel que elige la vocación de tener
un espíritu artista para emocionar en una plaza de toros. Hoy la cuadrilla de
José María Manzanares demostró, una vez más, que no tiene un ápice de mentira
la vocación por la que entregaron sus vidas y, en este 2015 y gracias a su
responsabilidad comprometida desde la primera a la última Feria que están
trenzando el paseíllo junto a José Mari.
Se topó
Chocolate con un bravísimo tercero que se arrancó desde el mismo centro del
anillo hasta su peto. No hizo falta que Manzanares hiciera ademán de acercarlo
al jaco porque su instinto bravo lo llevó en apenas tres segundos hacia éste
en, sin duda, una de las imágenes de la Feria de Julio 2015. Fue entonces
cuando el piquero puso alma en un puyazo para la historia de Valencia y, a
pesar del derribo, mostró en la segunda vara al de Cuvillo precisamente esa
cadena vocacional que ata su vida con la profesión torera de la que hizo gala.
Torero a caballo. También lo fueron sus compañeros, Curro Javier y Rafael Rosa,
que ante la lidia de Luis Blázquez dejaron tres garapuyas que mitificaron la
lidia que allí estaba sucediendo. La muleta de Manzanares, minutos más tarde,
se encargó de elevar a los altares tal liturgia plateada.
Fue la
del sexto la lidia eficaz, justa y medida de un Curro Javier que vio cómo un
toro bruto en su embestida requería de despaciosidad en los vuelos de la seda
tras las puyas aplaudidas de Barroso. Pronto hizo efecto esos toques sutiles
del subalterno sevillano, que intentó en todo momento mimar la embestida del
astado de El Grullo. Saludó Luis Blázquez tras dos soberbios pares al toro altón,
ante el que Rafael Rosa también tuvo gusto sobre todo en el embroque con sus
palos.
En la
cuadrilla de Castella, José Doblado picó de forma leve al segundo de la tarde,
un toro de floja condición con el que Isaac Mesa y Ricardo Izquierdo anduvieron
correctos. Dos varas buenas dejó Josele
al segundo de su lote para que José Chacón dejara dos pares en los que
justificó con torería su labor, apretándole hacia el olivo en el primer
encuentro el de Cuvillo. Efectivo fue el par de Ricardo Izquierdo ante la lidia
de Isaac Mesa, que arriesgó acercando el toro hacia el burladero sin un solo
capotazo, algo que vio y valoró pronto el tendido.
La
cuadrilla de Pablo Hermoso de Mendoza estuvo comandada por un José Francisco
Serrano con fiel atención a dos toros noblones. Fue el lote de Fermín Bohórquez
que le tocó al rejoneador estellés bonachón, con el tranco y el ritmo para que
sellara su impronta clasicista en las dos faenas. También José Rodríguez en el
cuarto y Manuel Goncet
Pero el
recuerdo que quedó en el aficionado es el de una cuadrilla de Manzanares plena
que hizo honra a la vocación que un día eligió. Saben y quieren que la
responsabilidad para con las cuadrillas sea la bandera que ondee entre las
cuadrillas en esta campaña.
FOTOGALERÍA: JAVIER COMOS