Una
novillada de Guadaira esperaba en toriles para una terna que ya había dejado
sensaciones en la plaza de Madrid en anteriores comparecencias. Abría plaza el malagueño
Fernando Rey, que no tuvo suerte en su actuación durante la pasada Feria de San
Isidro; le seguía en suerte el extremeño Miguel Ángel Silva tras su actuación
en La Maestranza y cerraba plaza por tercera vez esta temporada en Madrid el
madrileño Clemente.
Con buen son saltó el primero de Guadaira, humillando con más intención que ritmo en el saludo inconcluso por desarme de Fernando Rey. Buen puyazo el primero de Francisco de Borja, tras el que ejecutó el novillero un quite por chicuelinas. A la espalda se echó el capote Silva para replicar por limpias y suaves gaoneras. Con la muleta le sobró decisión a Rey, le sobró concepto y trazo para dejar muletazos extraordinarios entre las tandas a diestras, pero también le sobraron urgencias para triunfar. De ahí partió el defecto de estructura en la faena y su empeño en no perder un paso a un animal con calidad pero con el fuelle justo para cuidarlo un poco más. Le apretó demasiado pronto el malagueño y lo acusó el novillo. El toreo diestro y la buena estocada quedaron en ovación.
Mucha decisión mostró Silva en el saludo genuflexo al bello segundo, que humilló en el ceñidísimo saludo del que sobresalió una media de muchísima quietud con el animal muy por dentro. Empujó el utrero en el caballo en el primer encuentro. Limpio resultó el quite por gaoneras de Clemente y brillante el tercio de banderillas de Jesús Aguado. En la muleta exhibió el gran novillo su enclasada movilidad, su codicia y su extraordinaria fijeza para que lo luciese un Miguel Ángel Silva tan valeroso y decidido cómo falto de rodaje para cuajar con rotundidad al de Guadaira. Ofreció distancia, clavó talón y tiró la moneda, pero le faltó temple para terminar de reventar una faena meritoria por no guardarse nada. De infarto fueron las manoletinas que epilogaron la intensa faena. Se lastimó una mano el utrero antes de entrar a matar y el pinchazo previo a la estocada dejó el premio en vuelta.
También el tercero, hermoso de hechuras y bien cortado, se lastimó una mano en el saludo de Clemente y fue devuelto. En su lugar salió un sobrero de Julio de la Puerta altiricón y feo que repitió sin gracia en el percal de Clemente y protestó en el penco. Con el capote a la espalda quitó Rey, con el castaño quedándose debajo de la tela y el novillero resolviendo con oficio. Muy buena fue la lidia de Suso en banderillas. Deslucido y sin gracia el animal, solo sirvió para dejarle un derrote seco al francés y dislocarle el codo, por lo que tuvo que pasar a la enfermería. Se hizo cargo del animal Fernando Rey, que aún se puso con el utrero para dejar valor y arrojo antes de despenarlo de dos pinchazos y una estocada. Silencio
Corrió turno y salió el quinto en cuarto lugar. Cabezón, feo y contrahecho, se comportó en los primeros tercios como auguraban sus hechuras; embistiendo a arreones, distraído y bruto. Con este se puso muy de verdad el extremeño, imponiéndose primero por abajo y sacando después la exigencia en el temple que no siempre le había acompañado con el novillo anterior. No fue nada fácil el bravucón de Guadaira, al que había que tragarle con mucho valor las miradas y las visitas a la barriga, y lo hizo Silva con la voluntad que debe tener un novillero en Madrid. Hubo una serie a diestras, maciza y exigente, que acabó con la resistencia del de Guadaira. Dejó una estocada arriba de la que tardó en caer el animal, escuchó un aviso y se enfrió el ambiente optando por volver a entrar y perdiendo cualquier posibilidad de premio. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Las Ventas. Novillada con picadores estival. Un cuarto de entrada.
Seis
novillos de Guadaira, de calidad y fuelle justo el bondadoso primero, enclasado, codicioso y bravo el gran segundo, deslucido y protestón el aplomado tercero bis,
Fernando Rey, ovación y silencio.
Miguel Ángel Silva, vuelta, silencio.
Clemente, herido.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
PARTE MÉDICO DE CLEMENTE
Luxación de codo izquierdo. Pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia.
Firmado: Doctor Máximo García Padrós