El hecho que narramos a continuación ocurrió este domingo en la última de abono de la Feria de la Antigua de Guadalajara: tras rechazarse la corrida inicialmente anunciada de Adolfo Martín, la empresa gestora del coso apostó por la divisa santacolomeña de San Martín, un hierro que fue propiedad de Pepe Chafik y que ahora comanda Alberto Manuel Hornos Valiente.
Una corrida nada fácil en la que hubo un sexto animal con mucho peligro, un astado que fue devuelto tras sonar los tres avisos. Un toro que se orientó rápidamente y con el que nada puso hacer el torero valenciano. Se vivió un auténtico episodio de terror con la lidia de este animal de la divisa cacereña.
Pero la noticia estuvo también en el tercio de varas de ese sexto de la tarde. Pedro Manuel Muñoz le dio más puyazos al animal pese a que la presidencia ya había sacado el pañuelo blanco para el cambio e tercio en contra de la voluntad del torero, que quería que siguiese el tercio. Por este motivo, Cultoro se ha querido poner en contacto con un miembro de las filas de Collado.
César Fernández, banderillero de confianza de Román, que ese día no iba actuando con valenciano, pero estuvo acompañándolo desde el callejón nos contó lo siguientes: «El toro era una autentica prenda, de esos a los que hay que picarlos de verdad. Entró el animal por primera ve al caballo en un puyazo en el que lo cogió a la primera, pero cual fue nuestra sorpresa que el presidente sacó el pañuelo blanco pese a que el puyazo no había sido largo. Pese a ello los que estábamos en el callejón le dijimos que le diera un segundo puyazo porque ese tipo de toros puede provocar un disgusto serio».
Fernández sigue relatando su versión de lo que allí ocurrió: «Sin nadie decirle nada el presidente ni corto ni perezoso cambió el tercio. Pero luego el delegado fue rápidamente tras el para sancionarlo. La cuantía no la sé, simplemente le pidieron sus datos y cuando llegue sabremos de cuanto se trata. Creo que todo esto es un despropósito, más si cabe cuando se dio una situación tan delicada. Es inconvencible que se sancione a un picador por intentar hacer bien su trabajo«.
Los allí presentes pasaron miedo con un animal que sacó muchas complicaciones ya desde salida, parándose en los capotes y midiendo una barbaridad. Una alimaña en toda regla que no dejó ni tan siquiera ponerse delante. Se tiró Román a matar a paso banderilla pinchando en varias ocasiones ante un toro que no le dejó ni tirarse, tapando siempre la salida. Sonaron los tres avisos y toro al corral.