El
subalterno Marco Galán fue herido el pasado domingo en Madrid por un toro de
Miura. Fue al intentar cuadrar en la cara del quinto de la tarde cuando se le
vino encima justo en el embroque y le corneó en los testículos, produciéndole
la evisceración de éstos. Pero su actuación fue más allá tal y como narramos en
nuestra CRÓNICA DE PLATA, pues cuajó de capote a un complicado segundo, dejando
varios momentos de emoción con la seda.
Nos
habla aún desde el Hospital San Francisco de Asís de Madrid, dolorido pero
contento y, sobre todo, ilusionado con un verano por delante. «La
herida está bien, pero tengo un músculo roto debido a la fuerte paliza y no
puedo apoyar bien la pierna. Estoy contento a pesar de todo”. No quiere
hablar del dolor de un torero, porque «esto siempre está ahí. En cualquier
momento te puede coger un toro. Fue una tarde complicada, porque la corrida
cortaba mucho en banderillas, y sabíamos que ese toro era difícil.
Desgraciadamente me tocó a mí”.
Sobre el toro de Miura que lo prendió de fea
forma, Galán asegura que «ese quinto era un toro que nunca venía
metido en los engaños, siempre venía por dentro”. Pero brilló con un
segundo al que cuajó con el capote, sintiéndose en algunos compases que
llegaron al aficionado de Madrid. «Con el segundo me gusté en algún capotazo
bueno. Creía que iba a romper, pero creo que intenté hacer las cosas bien,
intentando que en vez de ir a mejor, rompiera su embestida. Luego no fue así,
pero le di pocos capotazos”.
Inmediatamente después de la cornada entró
por su propio pie a la enfermería, donde fue atendido por el doctor García
Padrós. Marco afirma que «me han tratado de lujo tanto don Máximo
como su equipo. Llevaba un palizón fuerte, estaba muy dolorido, pero dentro de
la gravedad creo que me voy a recuperar pronto”.
En este momento de la charla surge una tarde
en la pasada Feria de Nimes. Marco acompañó al maestro Enrique Ponce en su mano
a mano con Hermoso de Mendoza con motivo de su cuarto de siglo vestido de
matador de toros. «Me siento torero cada tarde, pero aquel día fue soñado. Hacer el
paseíllo con una de las máximas figuras de todos los tiempos. Aquella mañana en
Nimes fue un sueño hecho realidad, pues además conmemoraba sus 25 años de
alternativa”.
En relación a los planes de esta temporada, «este
verano iré junto a Castaño y junto al venezolano Jesús Enrique Colombo.
Comenzaré en Francia con él”. Además,
ayer recibió una visita muy especial: su actual compañero de cuadrilla Fernando
Sánchez y su antiguo compañero David Adalid acudieron a visitarlo al hospital. «La
relación nunca se ha perdido aunque David ya no esté con nosotros. La amistad
sigue y hablamos casi todos los días. Fue muy bonito reencontrarnos. Lo
importante es que seguimos siendo compañeros y amigos, estamos muy contentos de
volvernos a ver. Son etapas de la vida y, aunque ya no estemos juntos, seguimos
compartiendo la amistad”.