SEVILLA

Ginés Marín, cuestión de actitud


domingo 17 mayo, 2015

Se vieron pasajes bellísimos por ambos pitones y un toreo ligado en la faena al quinto de Fuente Ymbro, del que paseó la oreja; silenciados fueron Clemente y Varea

Se vieron pasajes bellísimos por ambos pitones y un toreo ligado en la faena al quinto de Fuente Ymbro, del que paseó la oreja; silenciados fueron Clemente y Varea

Festejo que pesó un
poco a lo largo de la tarde y que no terminó de romper como se esperaba.
Cierto,
que no fue la novillada triunfal del año pasado, pero también lo es, que
saltaron novillos con ciertas posibilidades. El lote más deslucido se lo llevó Varea, pero Clemente tuvo un cuarto que se dejó mucho y pudo cambiar el
resultado de la tarde. Una oreja cortó Marínpor su saber hacer y actitud personal. Quizás esa sea la actitud que se echó en
falta en sus otros compañeros, algo más, un punto más que sólo la justificación
y voluntad.

La oreja llegó en el quinto,
despegado del suelo, largo de manos y ofensivo. Resultó algo abantó en los
primeros tercios sin que pasara nada de gran relevancia. Sin embargo la cosa
cambió en positivo cuando el buen Fuente
Ymbro
se puso a embestir y rompió por derecho. Gran novillo en la muleta. Ginés con oficio, entendió y aprovechó
a su oponente en una faena variada e inspirada. Se vieron pasajes bellísimos
por ambos pitones y un toreo ligado, pero sobre todo, un novillero con
personalidad y cuajo. Con la diestra acompasó con la cintura y ofreció la
muleta muy abajo. Al natural, siempre encajado y largo, lo rompió exigiendo.
Incluso hubo inspiración e invención como cambios por la espalda y la ruzina.
Cotas bellas y expresivas dentro de una notable labor. Ginés toreo con regusto y Sevilla se entregó. Pinchazo, estocada y
oreja.

Ginés Marín, con el otro que abrió el lote, ganó terreno en cada lance al segundo e
interpretó la verónica con desparpajo. De igual forma, suave, manejo el percal
en el galleó por chicuelinas para meterlo en terrenos del picador. El Fuente Ymbro embistió con alegría al
caballo por dos veces. Astado de Ricardo Gallardo que mantuvo buen tranco en
banderillas y en las primeras arrancadas con la muleta. Gines también brindó al público una faena que al final resultó
interesante. Hubo armonía en los inicios con la diestra, con un par de tandas
muy prometedoras por su ejecución. Ligazón y estética con un novillo echando la
cara abajo. Con la franela en la izquierda, también surgió en natural de
limpieza y recorrido. Pero de mitad de labor hacía delante, bajó la intensidad
del trasteo porque el novillo se vino a menos. Marín acortó las distancias y mantuvo el interés por actitud, más
descarado y metido entre pitones. Personalidad en su labor y buenas formas.
Estocada,
petición y vuelta al ruedo.

La terna la encabezaba Clemente y al abreplaza lo recibió con
decoro con el capote pero sin llegar ahormar la ovación. El novillo bien
presentado, sin estridencias, cumplió en el caballo. Durante la lidia dejó ver
virtudes como la humillación y la obediencia. A este le soplaron hasta tres
quites, dos de Clemente y uno Marín. En banderillas, prosiguió con
buen son aunque quizás un punto sosito. El joven novillero brindó al respetable
su primera labor. Quehacer que no alcanzó cotas porque nunca apretó a su
oponente y cuando lo hizo, respondió con claridad por el pitón izquierdo. Única
tanda de mayor transmisión y limpieza. El francés no atravesó la línea y actuó
como un matador con bagaje. Planteamiento por ambos pitones pero con demasiada
sosería, tal vez contagiado de su oponente, un animal que se dejó torear sin
más. Mal con los aceros. Silencio tras aviso y palmas al estado.

El
cuarto, pareció en los primeros tercios tener las fuerzas justas. Sin embargo
en la lidia se desplazó con boyantía. Cambió a mejor y se vino arriba en el
tercio de banderillas incluso después de una fuerte pirueta. Antes con el
capote dijo poco Clemente en un
recibo insulso. Novillo despegado del suelo, altón y no demasiado atacado de
carnes. El utrero llegó con garantías al último tercio ofreciendo movilidad y
recorrido. Con él, Clemente instrumentó
una labor muy larga con muletazos por uno y otro pitón pero sin decir nada.
Puso tensón en su quehacer pero muy poca alma. Al final el astado se aburrió y
no pasó nada. Lástima porque tuvo unas cuantas embestidas que debieron ser
suficientes para caldear el cotarro.Silencio.

El otro debutante que completaba el cartel era Varea. Buen capote del valenciano.
Dibujó lances con cadencia y gusto ante el tercero. El melocotón repitió en el
saludo y entregó varias embestidas con son. Otro que fue con prontitud al
caballo y se dejó pegar sin meter riñones.Varea brindó a un particular pero su
faena no tuvo calado.

Se enfrentó a un novillo bajo de raza, sin
transmisión con el que intentó todo. Cogió ambos pitones pero no pasó de
correcto y voluntarioso. Estocada
arriba, silencio.

El cierraplaza
tenía hechuras de torito. Serio utrero que se desplazó en el saludo con
temperamento. Lo mismo en banderillas con prontitud y recorrido. Utrero con
teclas, al que había que tocárselas. Dejó la cara colocada para el siguiente
muletazo aunque a veces reponía, otras se frenaba, pero nunca tuvo mala
condición. Varea estuvo por allí sin
apretarse y se justificó. Faena con muchos muletazos y poco contenido. Silencio

FICHA DEL FESTEJO:

Plaza de toros de La Maestranza, Sevilla.

Novillada de abono. Media plaza.

Seis novillos de Fuente Ymbro, correctos de
presentación
y de juego variado. Destacaron 1º, 4º y 5º.

Clemente, silencio tras aviso y
silencio.

Ginés Marín, vuelta al ruedo y oreja.

Varea, silencio y silencio.

FOTOGALERÍA: PAGÉS-ARJONA