Arturo Gilio, Sergio Rodríguez y Jorge Molina -en sustitución del herido García Pulido- hacían el paseíllo, este domingo, en la segunda de abono del Pilar, una novillada con caballos que llevaba el hierro de Hoyo de la Gitana.
El primero fue un novillo deslucido, incierto de salida, que no dejó dar más que algunos lances voluntariosos a Jorge Molina; muleta en mano, lo intentó ante un animal que iba siempre a media altura. Estuvo con disposición y firmeza para lograr algunos momentos aislados de mano baja. Pero no estuvo fino con el acero y todo quedó en silencio. A este animal quitó por chicuelinas ajustadas Arturo Gilio.
El segundo, para Arturo Gilio, fue un animal que se mostró lastimado de la pata derecha desde inicio. Tras los primeros capotazos de tanteo, lo llevó con inteligencia hasta los medios el mexicano. En el caballo, el novillo acusó su problema, pero el palco no lo cambió. En la muleta, poco pudo hacer el azteca, que anduvo con disposición y ganas. Lo intentó por ambos lados, pero sin obtener nada relevante por las condiciones de su oponente. Estocada a la segunda y silencio. Le brindó a su peón de confianza.
Sergio Rodríguez le cortó la primera oreja de la tarde al tercero, un novillo con mejores condiciones que sus hermanos. Al principio dejó algunos capotazos de tanteo, pero tras el tercio de varas, donde empujó fuerte, se desmonteró Juan Carlos Rey y el abulense anduvo con mucha disposición. Era bravo y tenía teclas el de Hoyo de la Gitana, que las supo tocar Molina. Y cuajó momentos importantes por el derecho, donde le corrió con gusto la mano y conectó con el tendido maño. Estocada arriba y oreja.
Noblón pero escaso de fuerza fue el cuarto; Molina anduvo dispuesto, y a base de encontrarle la altura logró dejarle muletazos que valieron la pena. Desafortunadamente, no rubricó con el acero sus buenas intenciones, fallando en tres ocasiones y siendo silenciado tras aviso.
El quinto fue un novillo con complicaciones; de capote le dio pocas opciones, derrotando, exigiendo y, en el caballo, empujó fuerte, derribando al picador de forma aparatosa, pero afortunadamente solamente quedó en un susto. Firme anduvo Gilio, que fue dejando muletazos que valieron mucho la pena, aguantando las embestidas del animal de Hoyo de la Gitana. Al final, culminó por manoletinas ajustadas y dejó una media estocada a la segunda. Silencio. Brindó el astado a su mozo de espadas.
El sexto, para Sergio Rodríguez, fue un animal con movilidad, aunque con complicaciones. Muy dispuesto, con entrega, logrando muletazos que conectaron con el tendido. Pero desafortunadamente lo bien realizado se esfumó tras fallar en tres ocasiones con la espada, siendo ovacionado tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Misericordia, Zaragoza. Segunda de abono. Novillada con caballos. Menos de un cuarto de entrada.
Novillos de Hoyo de la Gitana.
Jorge Molina -en sustitución del herido García Pulido-, silencio y silencio tras aviso.
Arturo Gilio, silencio y silencio.
Sergio Rodríguez, oreja y ovación tras aviso.
FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ
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