Seis toros
de Carriquiri esperan en los chiqueros de las Ventas para ser lidiados hoy
Domingo en la última corrida antes del inicio de San Isidro. Curro Díaz,
Sergio Aguilar y el confirmante Leonardo San
Sebastián hacían el paseíllo en el coso venteño. La
corrida dio comiendo a las seis y media de la tarde.
El confirmante sufrió una cornada -pendiente
de evaluación- en el muzlo izquierdo en el cierraplaza. Antes confirmó
sin suerte ante un noble y soso Carriquiri que abrió plaza. Por su parte Curro
Díaz dejó constancia de su calidad ante su deslucido lote. El jiennense tuvo
momentos de gran brillantez y torería. Sergio Aguilar derrochó valor y firmeza
ante dos oponentes de escasas opciones.
Llegó sin definir a la muleta el toro de la ceremonia, apretado de
carnes y enmorrillado, poco dado a los alardes en los primeros tercios. Con la
muleta acudió el animal humillado y sin maldad cuando acertó Leonardo con los terrenos, que no fue siempre.
Se notó la falta de rodaje de un torero decidido y voluntarioso que hubiera
lucido más de instrumentar el trasteo paralelo a las tablas. Un metisaca y una
estocada no evitaron el silencio. Silencio.
El berrendo sexto se pensó cada arrancada al capote de Leonardo, que se dedicó a azuzarle
el viaje sin mucho afán. Muy bien Siroen
la brega del animal, aplicando pausas muy para el toro. Con la muleta se le
vieron las carencias a un confirmante, que logró extraer desechazos de la
inercia del toro, pero no estructurar faena a un animal de sosa pero obediente
embestida que terminó zancadilleando su mala colocación y metiéndole el pitón
en el muslo al atraparlo en el suelo. Curro
Díaz pasaportó al animal.
Con
encaje y cintura se estiró Curro
Díaz a la verónica con el
segundo, de encendida llegada y corto viaje, que se arrancó con más alegría que
poder al caballo después. Fue vibrante el compuesto inicio de Curro, con
trincheras muy cortadas y de mucho sabor, pero no ayudó demasiado eso al de Carriquiri, que dejó allí el
poco fondo que traía. Luego se aplomó, haciendo estériles los esfuerzos del
jiennense por citar muy de frente e incluso por tragarle con sentimiento a la
embestida desclasado y a media altura que nunca fue buena. Falló con la espada y
escuchó una ovación.
Por
abajo tuvo que sobar Curro al colorao cuarto, muy en Núñez en tipo y el actitud fría y
desentendida, incluso caminando de lado ante las telas. Muy compuesto el inicio
con la muleta, le faltó desliz e intención al animal para rebozar en los
muletazos que proponía Curro.
Tiró de excelencia el jiennense para tragarle muy despacio al natural, pero
sólo se tragaba el de Carriquiri el que viajaban hacia adentro en
mitad de serie. Tuvo valor Curro para aguantar los parones en el
embroque y temple para reconducirlo, pero no tuvo fondo alguno el toro para
lograr el triunfo. Una estocada contraria acabó con el animal. Fue ovacionado.
Con
los pitones en las nubes salió el encampanado tercero, que nunca humilló en las
verónicas que remató Aguilar con una media. En el cuello del penco
dejó los pitones y arriba echó la cara en banderillas. A los medios se fue Sergio a darle distancia al animal con
decisión y quietud para llevarse una voltereta por su falta de humillación. Una
fotografía hacía el animal antes de arrancar sin clase ni gracia en los
muletazos que robaba Aguilar con tremendo mérito y seco valor, rebuscando
siempre el fondo para aferrarse a una mínima esperanza. Con fe se tiró a matar
o morir el madrileño para cobrar una estocada y escuchar silencio.
El
quinto sí tuvo la intención de humillar, pero sólo en el embroque, con la cara
arriba en el viaje corto que se empeñó Aguilar en lidiar por abajo hasta los medios
con inteligencia. De imposición fue el inicio con la muleta, empujando a la vez
la díscola arrancada que terminó dejándole a Aguilar un pionero en la cara. Mejor a zurdas
la intención del animal, se tragaba por allí los naturales bien propuestos en
cites y trazos. Limpió y limpió el madrileño hasta que logró una serie de baja
mano diestra gobernando los finales. Meritorio Sergio en una tarde de escaso material en la
que dejó muestra de su capacidad.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de las Ventas, Domingo 3 de Mayo, 1/4 largo de
plaza.
Toros de Carriquiri.
Primero, noble y soso. Segundo, desclasado. Tercero, mirón, medidor y
desclasado. Cuarto, manso y sin fondo, pitado en el arrastre.
Quinto, díscolo y deslucido de media humillación. Sexto, noblón aunque de
sosa embestida.
Curro Díaz (Aguamarina
y oro); Ovación / Ovación
Sergio Aguilar (Lila y
azabache); Silencio / Ovación
FOTO: ÁLVARO MARCOS. LAS-VENTAS.COM