La lluvia protagonizó el penúltimo festejo de
la Feria de Abril esta mañana en la plaza de la Real Maestranza. Y la lluvia,
precisamente, fue el impedimento principal para unas amplias cuadrillas que
copaban los puestos de los seis rejoneadores que esta mañana pasearon en el
coso maestrante.
Fue reducida la actuación de las cuadrillas no
sólo porque la efectividad está precisamente en medir bien los capotazos sobre
todo en las corridas de rejones, sino porque las condiciones climatológicas
adversas agravaban aún
más si cabe una mañana que quedará en las retinas de Fermín Bohórquez para
siempre. Paseó una oreja el jerezano en su despedida hispalense.
Hubo
nombres destacados, como el de Nicolás Hernández, hermano del rejoneador
Leonardo Hernández y cabeza visible en sus filas. El subalterno cuajó una lidia
ejemplar a un toro que se movía y era necesario sujetarlo con especial empeño a
pesar de los pitos del respetable. Eficaz labor la del plateado extremeño. Por
su parte, los hermanos Sánchez Bejarano también destacaron a las órdenes de la
rejoneadora francesa Léa Vicens, siempre atentos no sólo a las indicaciones de
su jefa de filas sino de los hermanos Peralta.