Las opiniones de los partidos políticos de Bilbao con
respecto a la fiesta de los toros estaban claras incluso antes de que se
hubiera iniciado la mesa redonda organizada por el Club «Cocherito de Bilbao”.Partido Nacionalista Vasco, Partido Socialista y Partido Popular, junto a VOX,
partidarios de la fiesta taurina. EH Bildu frontalmente contraria a ella yPodemos sin entrar en el fondo de la cuestión al negar la necesidad de
semejante debate. Ocurrió el pasado 23 de Abril, ante un nutrido grupo de
aficionados expectantes ante las propuestas de las formaciones políticas que se
enfrentan por la alcandía de la capital vizcaína, propietaria de un cincuenta por ciento de la Plaza de Toros de Vista
Alegre.
Tras un breve prólogo del presidente del Club, Antonio
Fernández Casado, en el que apuntó la función social que, tradicionalmente, ha
tenido la plaza de toros de Bilbao el moderador del acto, el comentarista
político Juan Carlos Viloria dio paso a los representantes políticos. Abrió el
fuego el representante del Partido Popular que, haciendo gala de su condición
de hombre de empresa basó su defensa de la fiesta de los toros en lo que
representa como valor económico para la comunidad. «Es el espectáculo que más
IVA recauda”, recordó y sacó a relucir un informe elaborado por la propia Junta
Administrativa de la plaza de toros que cifra en más de 12 millones de euros
la repercusión que los toros tienen en Bilbao. «Son buenos para los hoteles,
para la hostelería, para los taxis… y, en consecuencia, son buenos para
Bilbao”, concluyó.
Seguido todo la palabra la
representante de EH Bildu, Helena Gartzia, que defendió el «respeto a la vida
para las personas y los animales” y aseguró que su formación tiene como
objetivo que en «un futuro próximo dejen de celebrarse corridas de toros. Las
tradiciones sustentadas en la violencia deben ser rechazadas por la sociedad”.
Defendió que el arte y la cultura deben servir para dar vida, no para quitarla
y rechazó cualquier tipo de subvención pública dedicada a la fiesta de los
toros.
El candidato del Partido Socialista
de Euskadi a la Alcaldía
de Bilbao, Alfonso Gil, defendió con vehemencia la fiesta de los toros, tanto
en su vertiente lúdica, como artística y económica. Dijo que hay que «tener
respeto con quienes van a los toros y con aquellos que están en contra de la
fiesta a la que no veo nada agresivo”. Recordó que es el espectáculo más
democrático que existe, pues es el público quien decide los trofeos y aseguró
que «para Bilbao es un tractor económico. «Durante la Aste Nagusia, Bilbao
se llena de gente en buena medida por los toros y de su feria taurina se habla
en todo el mundo. Es un elemento publicitario importante y, por todo ello,
apoyo la fiesta de los toros”.
Asun Merinero, represente dePodemos, comenzó explicando que su formación no tiene una línea definida sobre
este tema concreto puesto que «la propia ciudadanía está dividida respecto a la
bondad o no de la fiesta de los toros”. En todo caso consideró que no era un debate
prioritario para ellos y puso en duda que fueran reales las cifras que sobre el
impacto económico de los toros se estaban barajando. Fue mucho más contundente
al tratar de las subvenciones públicas: «No a la financiación pública de los
toros puesto que ese dinero debe ir destinado a otras prioridades sociales”.
En quinto lugar intervino el
representante del Partido Nacionalistas Vasco, Andoni Rekagorri, ganadero de
bravo entre otras actividades. Tras adelantar que su formación da libertad a
sus afiliados en este asunto, pasó a defender la fiesta de los toros en Bilbao
basándose en tres hechos: el histórico, el socio-cultural y el económico.
Recordó que las corridas de toros en la capital vizcaína datan de más de cinco
siglos; que la fiesta taurina provoca muchas otras actividades de carácter
cultural y que fortalece la identidad como bilbaínos, y que el impacto
económico es muy importante para la ciudad. «Solo la plaza de toros genera
medio millón de euros en concepto de IVA, a lo que hay que añadir el dinero que
destina a la Casa
de Misericordia”, dijo.
Finalmente fue el turno del
representante de VOX, Rodrigo Vilallonga, quien rechazó que los toros sean un
espectáculo violento y defendió que los niños puedan ir a las plazas. «Existe
mucha más violencia en las gradas de un estadio de futbol”, abundó. Rechazó la
politización de la fiesta y propugnó la libertad de los ciudadanos, si bien
consideró que había que defender «una tradición tan española y, por eso, tan
bilbaína”.
En el debate también se abordaron
otros temas más domésticos, como la democratización de la Junta Administrativa
de la plaza o la cubrición de sus instalaciones. Todos se mostraron partidarios
del primer asunto aunque con algunos matices de procedimiento. Respecto a la
cubrición también hubo una cierta unanimidad al creer que, en estos momentos de
crisis económica, habría otras prioridades más urgentes en las que invertir.