1º Número 35. Amante. Negro mulato. 532 kilos. (08/2010) Victoriano del Río
Serio era el toro de la ceremonia, pero bajo y reunido, con las puntas hacia adelante y la badana generosa moviéndose en los pechos.
Tuvo movilidad desde su salida el animal, y humilló en el capote de Lama siempre que el viento permitió que bajasen los vuelos. Apretó en varas y recibió castigo en el primer encuentro. Muy templado el toro en el quite de Ponce, pero necesitó recuperarse de los dos trancazos. Más generoso en la arrancada en las chicuelinas de Lama.
Obedece mucho a los vuelos en banderillas para la brega, incluso cuando el viento molesta en el percal. Echa la cara abajo para embestir en los pares, con muy buen tranco en la arrancada.
Comenzó exigiendo mucho en la muleta, con movilidad y un punto de fiereza cuando llegaba en la distancia, más templado en las cercanías, pero perdió muy pronto la chispa y se quedó con una embestida caminando que no terminó de llegar.
2º Número 50. Bolero. Colorao. 585 kilos. (01/2011) Victoriano del Río
Feo y basto era el castaño segundo, altiricón, despegado del suelo, desproporcionado entre la cabeza y el corpachón y abueyado.
Salió desentandido el animal del encuentro con el capote de Enrique Ponce y salió disparado al caballo de la puerta, donde empujó con fijeza, pero luego volvió a desentenderse.
Soltó mucho la cara en los embroques en banderillas y cortó mucho los viajes, sobre todo por el pitón izquierdo, siendo muy protestado en el tendido.
Con la muleta tuvo la virtud de obedecer, y pareció mejor de lo que era orque las órdenes las daba Enrique Ponce. Sin embargo, tuvo mansedumbre, se desentendió de la pelea y solo en ocasiones se fue bobalicón detrás de la tela. Toro de difícil triunfo.
3º Número 152. Cóndor. Negro mulato burraco. 503 kilos. (11/2010) Toros de Cortés
Bajo, rematado y vivo era el tercero, de bella estampa y reunidas proporciones, tocado arriba de pitones y corto de manos.
Encendida fue la embestida del animal de salida, y se revolvió con prontitud y codicia en las verónicas de Manzanares. Empujó en el caballo en las dos varas que le administraron bien.
Hizo albergar esperanzas en el capote de brega de Curro Javier, donde se deslizó con mucha importancia cuando lo enganchaban con precisión, pero exigió mucho en los embroques con los palos.
Con la muleta sacó el animal todas las complicaciones del genio; aspereza, exigencia y vencidas, búsquedas del alamar y escasa entrega hasta que se impuso Manzanares, con pasmosa facilidad. Rajado el animal al final de faena, terminó pegado a tablas cuando entraba a matar el alicantino.
4º Número 151. Malicioso. Negro mulato. 496 kilos. (09/2010) Toros de Cortés
Enmorrillado y bajo salió el cuarto, no muy largo de lomo, amplio de badana, generoso de cuna y serio de expresión.
Le faltó desliz y sobró aspereza en el saludo a la verónica de Ponce, donde volvió casi reponiendo. No fue muy entregada la pelea en varas, y sólo la virtud de la humillación lució entre la vulgaridad.
Mantuvo esa humillación en banderillas, pero con una arrancada descompuesta al capote de brega que fue templando poco a poco.
En la muleta no se entregó nunca un toro al que faltó la movilidad propia de la casa y le sobró sosería para impedir la transmisión con el tendido.
5º Número 87. Distante. Negro. 554 kilos. (08/2010) Victoriano del Río
Alto y espeso era el quinto, más vareado en las carnes, más escurrido en la caja, con cuello y morrillo, pero también largo y algo zancudo.
También el quinto humilló, pero sin franqueza en la embestida, sin fijeza en la intención y sin mucho afán en la voluntad de ir a la pelea. Luego se quedó bajo el peto sin pelear demasiado y pegando cabezazos bajo el estribo de Barroso.
Mucho mejor embistió en banderillas al capote de Rafael Rosa, un punto vencido por dentro por el pitón izquierdo, por donde también se mostró tardo y se descompuso en un arreón de manso que aprovechó Curro Javier para soplarle un pedazo de par. Suena la música.
Y no fue el toro en la muleta un dechado de clase, pero sí sacó transmisión en la arrancada y colocó la cara cuando se la puso en el morro Josemari con exquisito temple. Protestó, sacó aspereza y exigencias y terminó por rajarse cuando se impuso Manzanares.
6º Número 20. Enamorado. Negro burraco salpicado. 501 kilos. (08/2010) Victoriano del Río
Un toro muy bajo y muy bien hecho el que salió sexto, un burraco muy en la línea de la casa, de poderosos pechos, rematado por detrás y seriedad en la cara.
En el saludo de Lama se fue detrás de las telas, pero paró entre cada arrancada en signo de embestir sin la ayuda de la inercia, humillando luego en los embroques. Llegó rebrincado al peto y le faltó fijeza en la pelea, queriendo quitarse el palo. Se arrancó largo en el segundo encuentro, con alegría.
La misma que demostró en el tercio de banderillas, donde se arrancó como un tren en los cuarteos, aunque metió muy bien la cara en el percal de Curro Robles.
Emotivo fue el inicio en los medios, con el animal arrancándose con fijeza y transmisión, exigiendo a un firme Lama. Pero se fue apagando el animal entre las telas hasta terminar rajado y sin querer saber nada de peleas.