Morante de la Puebla cerrará su temporada europea en el coso gaditano de Ubrique el próximo sábado 29 de octubre junto al rejoneador Andrés Romero y al matador de toros Pablo Aguado. Un cartel que supondrá una cifra redonda al cumplir esa tarde su paseíllo número 100 de la temporada.
Al hablar del centenar de festejos lo hacemos refiriéndonos a corridas de toros, dejando fuera los festivales toreados hasta la fecha. Una cifra que debió cumplir la semana pasada en Arenas de San Pedro, pero las fuertes lluvias caídas en la provincia de Ávila obligaron a suspender un festejo en el que estaba anunciado junto a Emilio de Justo, Ángel Téllez y el becerrista Marco Pérez.
En esta corrida número 100 se anunciará con una divisa santo y seña de la cabaña tanto en nuestra piel de toro, esa que durante tantos años regó con su simiente el campo bravo. Nos referimos a la ganadería de Carlos Núñez, un hierro que ha estado injustamente orillado durante varios años y que ahora tiene la oportunidad de volver al circuito.
Las dos ganaderías que más ha elegido Morante esta temporada
Una ganadería que fue la predilecta de las grandes figuras del toreo durante varias décadas, copando los mejores carteles en las plazas de mayor boato. Algo parecido le pasa al hierro de Núñez del Cuvillo, una ganadería que sigue en prácticamente la totalidad de las ferias pese a írsele hace unos años un puntal como era Álvaro Núñez. Pese a ese cambio de rumbo no ha perdido protagonismo en las ferias, estando presente en gran parte de los acontecimientos de la temporada. Palencia y Murcia fueron dos de las corridas de la temporada dentro de un año con toros notables, entre ellos tres animales de vuelta al ruedo y dos indultados.
Pese a su discreta temporada, la divisa Juan Pedro Domecq ha sido junto a la de Cuvillo la más demandado por el líder del escalafón, un José Antonio Morante de la Puebla que dentro de sus 100 corridas de toros ha pedido ambas divisas hasta un total de 14 veces cada una. Ambas ganaderías han estado anunciadas 14 tardes con el torero de La Puebla del Río, lidiando la gaditana un total de 27 toros y la sevillana la nada desdeñable cifra de 25 animales. Ambas suman 28 corridas de toros y 52 astados lidiados por el torero sevillano, lo que supone un 28% sus festejos totales.
El hierro comandado por Juan Pedro Domecq Morenés pinchó en envites tan exigentes como los de Valencia, Castellón, Sevilla, Córdoba o Madrid. Pareció remontar cuando el verano se hizo presente, una gran corrida de toros en Alicante unida a los indultos en Estepona y Huelva hicieron sacar la cabeza del pozo a un hierro que se cayó finalmente de Bilbao. Su corrida más notable se lidió en San Sebastián, tras ella vendría una leve mejoría en Sevilla con dos toros interesantes, pero nuevamente en Zaragoza la falta de poder y casta lastró la nobleza de los astados.
El reencuentro con el hierro de Cuvillo en esta temporada de 2022 vino de la mano de la plaza de toros de Olivenza el 6 de marzo en un cartel en el que le acompañaban el alicantino José María Manzanares y el peruano Andrés Roca Rey. Volvería a anunciarse con los de Cuvillo en la reinauguración de la plaza de toros de La Línea de la Concepción, festejo en el que únicamente pudo lidiar un astado tras recibir una fea voltereta. De ahí en adelante vinieron plazas como Sevilla, Pamplona, El Puerto de Santa María, Málaga, Campo Pequeño, Linares, Palencia, Murcia, Salamanca, Logroño, Las Rozas y finalmente Úbeda.
La diversidad de encastes, clave en el año Morante
Por su parte pese a no realizar una de sus mejores temporadas, José Antonio no le ha vuelto la espalda al hierro sevillano de Juan Pedro Domecq, una ganadería que ha sido siempre muy del gusto de Morante de la Puebla. Comenzaría en Cehegín el 13 de marzo en un festejo acartelado junto a José María Manzanares y Andrés Roca Rey, partir de ahí vendrían las plazas de Valencia, Castellón. En Sevilla lidiaría un único toro en Resurrección, algo que se repetiría en Granada en el mes de junio. Tras su paso por Sevilla y antes de llegar a la ciudad de la Alhambra estaría anunciado con esta divisa en plazas como Córdoba y Madrid. Luego vendrían Alicante, Estepona, Santander, Huelva, Sevilla por San Miguel y Zaragoza. Su último toro de Juan Pedro sería en Jaén en una corrida con seis hierros.
Pese a ser un año en el que el sevillano apostó por la diversidad de encastes, los datos están ahí, han sido estos dos hierros los que han predominado en una campaña muy extensa por parte del torero sevillano. Núñez, Santa Coloma, Murube, Galache u otras ramificaciones del encaste Domecq han estado presentes en esta temporada de 2022 que pondrá su punto y final en Ubrique.