Tres cuartos de entrada se alcanzaban en Montoro cuando comenzó la corrida en la que El Cordobés, El Fandi y Juan Ortega se enfrentaban a un encierro de Román Sorando.
Compuso mucho el saludo El Cordobés al primero, que ya se vio que tenía poca fuerza, lo que refrendó al salir del caballo. En unos primeros pases de tanteo, Manuel dejó oxigenar al toro y le tiró al hocico con la diestra sin quitársela nunca, obteniendo series con sabor. Contundente con el animal, sin perder su personalidad, el toro le cortó el recorrido, aunque él siguió conectando, con algún que otro natural limpio. Una estocada trasera y varios descabellos le hicieron perder el premio.
Al cuarto le cortó las orejas El Cordobés, que salió a mil por hora. No tuvo mucho recorrido en el capote, aunque tuvieron son las verónicas de Manuel. Una lidia en contacto permanente con el público, que le reclama lo que él ofrece y él se lo da desde el principio. Supo correr la mano y acompasar con la cintura, siempre muy jaleado. En un desplante, le intentó pegar un cabezazo y en un derrote le abrió la ceja derecha. Terminó con el salto de la rana y con su particular repertorio, además de con una estocada para pasear el doble trofeo.
Todo entrega fue Fandi con el buen segundo para cortarle las orejas. Tuvo duración y nobleza el animal, feote de hechuras pero con muy buen fondo al que exprimió el granadino tirando de repertorio sin guardarse nada. Una larga cambiada en el tercio preludió un saludo largo y variado que tuvo su continuidad en el quite por zapopinas. Fue un lío en los tres pares de banderillas donde se metió al público en el bolsillo con un par de poder a poder, otro caminando hacia atrás y un violín para concluir. Tuvo contenido la faena de muleta porque tuvo que pulirle varias deficiencias del animal, que humillaba en ocasiones y se lo pensaba en otras. Hubo estética, siempre mejor a diestras y refrendó su buena labor con un espadazo de rápido efecto.
El quinto se vino muy a menos y se echó en mitad de faena en clara falta de raza. Antes de ello le sacó Fandi alguna tanda con oficio y con veteranía, pero no dio más opción el animal. Otra vez lo lanceó con ritmo y con conexión y le arreó tres pares de banderillas espectaculares. Sin embargo, no hubo para más que un par de tandas.
Muy buen
28.03 Montoro by Cultoroos fueron los lances a la verónica de Juan Ortega, que le pone alma a todo lo que hace, con mucha naturalidad siempre. Un quite de frente por detrás con el capote recogido dejó su sello en el albero. Brindó al público un animal cogido con alfileres, feo de hechuras y de comportamiento, porque fue mirón pero obediente a los toques. Fue al alza el trasteo, en el que después de un desarme se enrabietó Ortega y a partir de ahí trenzó varias tandas al natural de muy buena fábrica, con la estética que le faltaba a la desrazada embestida. Tiró la ayuda para torear sin ella, desmayado y con el compás abierto, con mucha personalidad. Dejó una estocada desprendida y paseó las dos orejas.
El último tuvo fijeza y nobleza, pero le faltaron fondo y raza. No le pudo apretar Juan Ortega, pero supo impregnarle el muletazo de mucha prestancia y compostura, aunque no hubiese largura. No hubo un tirón ni un mal aire, y hubo el premio de una oreja por el buen sabor de Juan Ortega.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Montoro, (Córdoba). Tres cuartos de entrada. Toros de Román Sorando, correctos en la presencia. Deslucido el primero; con fondo y nobleza el segundo; desrazado el tercero; de corto viaje pero obediente el cuarto; desfondado el quinto; con nobleza y calidad sin fuelle el sexto.
El Cordobés (caña y oro): ovación con saludos y dos orejas.
El Fandi (marino y oro): dos orejas y ovación.
Juan Ortega (blanco y azabache): dos orejas y oreja.
Parte Médico El Cordobés: Herida inciso contusa en región ocular derecha de tres centímetros que precisa sutura orbital. Ocho puntos de sutura. Dr. Amil.