Se
llenó la mítica sala El Molino de Barcelona para ver y oír a Luis Francisco
Esplá. Y es que la afición catalana está viva, muy viva y por eso respondió a
la convocatoria del acto organizado por la Federación de Entidades Taurinas de
Catalunya: el pase de la película «Bajo Tauro y Orión», en la que la
dinastía Esplá es el centro.
El documental , dirigido por el alemán Michael
Meers, sigue al maestro alicantino y su
hijo Alejandro, durante cuatro años,
antes y después de la alternativa de éste, y propone una visión íntima del
toreo. Una visión que se complementó con el coloquio posterior en el que, José A. Hergueta (productor), Fernando Salas
(reconocido interiorista y amigo personal de Esplá) y Paco March (presidente de
la FETC) compartieron el escenario con el gran protagonista de la velada, un
Luis Francisco Esplá que tirando de anecdotario y sabiduría taurina y de la otra se metió al público en el bolsillo,
como tantas veces hiciera en una Monumental hoy cerrada pero que, en cuanto el
Tribunal Constitucional se pronuncie (a favor, claro) deberá abrir sus puertas
al toreo. Estamos
hablando de toros. Y libertad.