El campo charro respira en los últimos días gracias a las lluvias caías en una de las provincias más taurinas de nuestra piel de toro. Allí Luis Uranga junto al matador de toros José Ignacio Sánchez sigue luchando en el proyecto ganadero de Pedraza de Yeltes. Desde su creación allá por 2006, el hierro ha ido dando pasos de cara a introducir la cabeza en las principales ferias de España y Francia, algo que ha conseguido a base de trabajo, sacrificio y fe por un tipo de toro muy definido, ese que entra perfectamente en el concepto que tienen tanto Uranga como José Ignacio Sánchez, actualmente representante de la ganadería.
Pedraza de Yeltes se remonta a 1902, cuando uno de los lotes en que se dividió la ganadería de don José Antonio Adalid procedente de Vistahermosa y Barbero de Utrera. Tras pasar por varias manos y familia ganaderas y variando en más de una ocasión la sangre de su ganadería fue adquirida un siglo después por los hermanos Uranga en 2006, los cuales varían el hierro, divisa y señal de oreja, y la forman con ganado de El Pilar y don Pío Tabernero de Vilvís. En 2007 eliminaron todas las reses de don Pío Tabernero de Vilvís y compran otro lote más de hembras a El Pilar, lidiando su primera novillada picada en Madrid, el 30 de abril de 2010.
Para resumir la campaña pasada y saber los pasos que seguirán en 2023 nos citamos con Luis Uranga, propietario del hierro salmantino, uno de los más solicitados por los aficionados franceses, que defienden a capa y espada el tipo de toro que se cría en Castraz de Yeltes (Salamanca) en la finca que le da nombre a la ganadería. Sus grandes resultados en el país vecino le han colocado como una de los hierros más demandados al otro lado de los Pirineos.
Luis Uranga, ganadero de Pedraza de Yeltes: «Para el año que viene tenemos una camada más corta»
Un año importante para un hierro que basó su temporada en los cosos franceses, esos donde este tipo de toro viene como anillo al dedo por la personalidad de las plazas donde se lidian: «Estamos contentos. Hemos lidiado cinco corridas de toros y una novillada, además de algún toro suelto en concursos de ganaderías que nos ha ido muy bien. Hemos lidiado en Mont de Marsan -una corrida excepcional-, Istres otra que nos dejó satisfechos, Madrid -creo que fue una buena corrida, con dos toros muy buenos-, Bayona muy buena también, en Mimizan muy brava, y en Garlin por noveno año consecutivo -el año que viene iremos por décimo-«.
Tras los buenos resultados cosechados en 2022 no es descabellado ver que Pedraza de Yeltes de un paso más y se asiente definitivamente en las ferias: «Para el año que viene tenemos una camada más corta que el año pasado, que como consecuencia tendrá cuatro corridas de toros, tres de primer nivel y una de segunda importante, además de la novillada de Garlin, que se cumple el décimo aniversario».
Esos buenos resultados que vienen de la ardua y exigente selección que se viene haciendo en la casa, y que debe traer esa regularidad que ya se viene palpando en los últimos años en esta casa ganadera. 2022 ha sido esa temporada en el que se ha dado un paso importante en pro de esa regularidad: «Estamos esperanzados en mantener el nivel de este año, que ha sido importante. En general, hemos lidiado corridas en las que los toros han tenido un comportamiento en el que creemos y queremos que tiene que ser una ganadería brava y encastada, pero que en el último tercio permita expresarse a los toreros conforme a su arte y capacidad».
Baja en San Isidro 2023
Madrid como bastión, pero por desgracia el año próximo no tendrá corrida para San Isidro: «En 2023 no estaremos anunciados en Las Ventas, hubiésemos podido ir perfectamente, pero eso hubiese traído consigo no poder atender compromisos de Francia y alguna plaza que regresaremos en el país galo y que consideramos muy cercana a nuestra ganadería».
El número de corridas que hay en los cercados de Pedraza de Yeltes no ayuda a atender esos compromisos como el de San Isidro, más si cabe cuando para ir a Madrid se necesita un número importante de toros que no hay ahora mismo en el campo: «Lo hemos valorado y decidimos no ir. Hemos tenido proposiciones de plazas muy importantes de España que no hemos podido atender muy a nuestro pesar. Por un año, no iremos a San Isidro, aunque pensamos que el año siguiente tendremos una presencia importante en la Feria».
Pese a esa ausencia en la próxima Feria de San Isidro la ganadería salmantina no descarta estar presente de otra manera en la primera plaza del mundo: «Sí es probable, y en ese sentido hemos hablado en la empresa, estar puntualmente presente en algún desafío ganadero o concurso de ganaderías, o incluso en algún concurso de novilladas».
Una vez pasado el año venidero en el que la camada es más corta las miras están puestas en un 2024 en el que la camada es más amplia, un momento idóneo para debutar en plazas donde no lo hizo e ir a Madrid con una corrida de toros en plena Feria: «Este es un año de transición, donde tendremos cuatro corridas de toros, pero la próxima temporada de 2024 recuperaremos el nivel de corridas que normalmente que creemos que podremos tener, de aproximadamente siete festejos mayores. Con 170 vacas creemos que es el número correcto de festejos que podemos afrontar con este número de hembras».