Desde hace años, la virulencia de los ataques del «lobby”
antitaurino contra la Tauromaquia ha despertado el recelo de muchos aficionados
y profesionales de la Tauromaquia. La sospecha de que estas acciones cuentan
con respaldo financiero llegado de otros países quedaron confirmadas cuando se
reveló que el activismo antitaurino en Cataluña contabacon el
apoyo de la fundación FFW, con sede en Suiza.El Observatorio de
las Culturas Taurinas que dirige André Viard ha reforzado estas informaciones,
elaborandodiferentes estudios que subrayan los cientos de millones de
euros que maneja el «lobby” animalista a nivel global.
Pues bien, ha llegado el momento de saber más sobre esta
realidad y La Economía del Toro se ha colocado al frente de la lucha
por revelar la financiación que llega desde fuera de España para financiar los
ataques contra la Fiesta. Tras meses de trabajo, esta plataforma ha
conseguido acceder a la Memoria
Financiera 2013 de CAS International, una organización con
sede en Holanda que consigna miles de euros a todo tipo de ataques contra el
Arte y la Cultura Taurina.
De acuerdo con esta documentación (disponible también en la web de CAS International y auditada en este enlace) obtenemos la siguiente
información:
- Desde 1993, esta organización holandesa financia acciones contra la
Tauromaquia. Cuentan con 14.000 socios en la actualidad y su Presidencia
la ostenta Patricia Gómez, cuyo perfil profesional está disponible en este
enlace de LinkedIn La entidad tiene tres empleados a
tiempo completo. - En el año 2013, CAS International reunió a más de cien entidades
antitaurinas en Bogotá para celebrar una cumbre
global y coordinar nuevas estrategias de ataque contra la Fiesta. - El «Plan 2009-2023″ de la organización tiene como objetivo «abolir la
Tauromaquia y similares actividades culturales”. - En el año 2013, CAS International contó con unos ingresos de 245.000
euros y financió actividades antitaurinas por valor de 228.000 euros. Asumiendo una cifra similar para los últimos cinco años, hablaríamos
de 1,14 millones de euros inyectados en los países taurinos para
atentar contra nuestra Fiesta. - El gasto en «lobby” político y legislativo que asume esta organización
llega a 37.000 euros. Además, invierten 25.000
euros en campañas destinadas a recibir donaciones de herencias. A nivel
internacional, promueven boicots comerciales contra la Fiesta a través de
un «embargo turístico” al que consignan 30.000 euros. La «newsletter” de
la organización cuesta 9.000 euros anuales. El presupuesto para
«desplazamientos” se lleva 6.300 euros. - Cada año, CAS International invierte 25.000 euros en
eventos o actos antitaurinos, así como 4.000 euros en manifestaciones o
60.000 euros en campañas de comunicación contra los Toros. - La contabilidad de CAS International se reparte en
tres entidades financieras: Triodos Bank, ING Direct y KBC. Las dos
primeras operan en España. - La Dirección de este organismo gana 45.000 euros
anuales; el número dos cobra 28.500 euros por ejercicio; el coordinador de
campaña se lleva 31.000 euros por temporada. En total, el personal de
CAS International se lleva 90.000 euros en sueldos. - En 2013, sus acciones de «lobby” contra la
Tauromaquia se centraron en atacar a la Fiesta ante el Parlamento
Europeo, las Administraciones de Galicia, la UNESCO… así
como el Parlamento del Perú y otros países latinoamericanos.
Diego de la Cruz, co-fundador de La
Economía del Toro, desveló estos datos en «El Kikirikí”, el programa de
debate que David Casas presenta en Canal Plus Toros. Durante la
emisión (día 12 de marzo de 2015, 10:00 a 11:00 PM), De la Cruz cuestionó
a la Presidenta del Partido Animalista PACMA, Silvia Barquero, sobre la relación de su partido con CAS International. Barquero admitióque
la entidad holandesa ha aportado 3.000 euros a una campaña organizada
en 2014 que también contaba con la participación de PACMA.A lo largo del
debate, la Federación Portuguesa de Tauromaquia, Prótoiro, apuntó que este tipo
de financiación llegada del extranjero también existe en Portugal, lo que
confirma la amenaza global que supone el «lobby” animalista.
FOTO: ELCOMERCIO.ES