Se juegan la vida en los pueblos y plazas de España, y en muchas ocasiones lo hacen por lo que les cuesta la gasolina, porque cobran menos que el equipo veterinario que esa misma tarde acude al mismo festejo: los médicos taurinos reivindican su sitio no por ellos, sino por su futuro y por el de su especialidad, que está en peligro de extinción.
El doctor Pascual González-Masegosa, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina, hace balance de la pasada temporada en las plazas españolas en las que sus más de 200 socios en activo -tiene otros 70 jubilados que también pertenecen a su colectivo- han tomado parte en festejos en plazas de toros y populares en nuestra geografía: «Esta temporada ha sido una campaña, a nivel taurino, en la que se ha empezado casi a normalizar todo el problema que hemos tenido estos años por el coronavirus. Al haber más festejos, a nivel de cirugía taurina hemos tenido más trabajo», comienza explicando.
En cuanto a las reivindicaciones, «seguimos haciendo cursos de formación para los médicos a los que les interese esta rama». En los próximos meses tienen previsto uno en la Plaza de toros de Las Ventas, además del Congreso de Cirugía Taurina en el mes de junio. «Queremos darle importancia a la cirugía taurina, aunque no esté etiquetada como una especialidad», pone en valor el Doctor González-Masegosa.
Por otro lado, en la Universidad de Valencia están ofreciendo ya una titulación universitaria específica. «Y queremos tratar de conseguir una titulación de cirugía taurina a nivel nacional: tendríamos que asumirla exclusivamente los profesionales, porque llegar a las corridas de toros y novilladas se puede, pero a todos los festejos populares hoy por hoy resulta imposible -en la Comunidad Valenciana se dan 8.000, y es poco probable llegar a todos-«, indica González-Masegosa.
En este sentido, el doctor pone en valor que «hay que saber cómo tratar la herida, cómo cohibir una hemorragia, si es preciso hacer una intubación…». «Estas son las bases principales de lo que pretende la sociedad española de Cirugía Taurina. Y tratar que todas las enfermerías estén perfectamente dotadas», expone.
Hay que tener en cuenta que en un coso taurino se exige, dentro del equipo médico, un cirujano, un primer ayudante con la especialidad quirúrgica y un anestesista, además de un ATS.
Futuro en el sector de los médicos taurinos
Sobre el futuro en el sector, el doctor González-Masegosa advierte que es «un tema muy controvertido». «En la Sociedad Española somos unos 200 socios activos, y unos 70 socios jubilados, que prácticamente ya no participan. El problema fundamental es consecuencia de no poder disponer de una acreditación. Los honorarios de los festejos taurinos son bajísimos. Una persona que un domingo de agosto se va a un festejo taurino y nosotros, por ejemplo, en la plaza de toros de Albacete, tocamos a 70 euros cada uno -sí es cierto que, por seguridad, estamos más de los reglamentarios en el equipo médico del coso albaceteño, y el montante que religiosamente se paga por la empresa se reparte entre más médicos de los que debían estar, ya que por seguridad decidimos que así sea-«.
Un médico taurino cobra igual o incluso menos que un veterinario en algunas ocasiones
Sorpresivamente, por la profesión de los médicos taurinos, en comparación con otras que participan del espectáculo taurino, se cobra igual o incluso menos en ocasiones. La del veterinario es una de ellas: un equipo que revise el bienestar de las corridas o novilladas cobra aproximadamente, en una plaza de tercera -según ha podido saber este medio- unos 800 euros que hay que pagarle al Colegio Oficial de Veterinarios en la práctica totalidad de comunidades autónomas del país, excepto en Aragón, que lleva otro modelo. Y ese es un agravio comparativo, por ejemplo, contra el que quiere luchar la Sociedad por dignificar su profesión y por asegurar el futuro de la especialidad, además de por evitar el intrusismo para garantizar la integridad física de los actuantes en el espectáculo cuando sufran un percance.
«Mi afición está muy por encima de los honorarios que yo pueda cobrar. Quiero exigir que haya unos equipos médicos acreditados: que asistan a los cursos universitarios que estamos dando, que es la tercera vez que los hacemos y que acudan con nosotros a los festejos taurinos para que estén acreditados», defiende González-Masegosa. «Lo más importante es la vida de los toreros que se están exponiendo delante de un toro o los actuantes de un festejo popular», añade el doctor. «Lo segundo, que los honorarios sean dignos», expone.