Francisco José Espada fue uno de esos
novilleros que impactó el pasado San Isidro. Su pureza pasó de rondar entre los
diretes de aficionados a materializarse en uno de los mejores toreos al natural
que ha visto Madrid en los últimos años. Así es y así torea Francisco Espada.
Ahora, las tres Ferias más importantes del inicio de la temporada le esperan:
este mismo fin de semana irrumpirá en Olivenza, pero antes, ya el domingo tuvo la oportunidad de indultar un novillo de El Freixo en Candeleda.
Este debe ser un año clave en tu carrera, y
más en concreto en el inicio de la temporada.
Creo
que es un año muy importante, un año clave y la preparación es la misma que la
que estoy llevando en estos años de atrás. Estoy muy metido en mi profesión, en
el campo, en la preparación física, en torear mucho de salón y toros a puerta
cerrada. Hace poco tuve un percance en el campo, pero ya estoy recuperado.
Tu
apoderamiento está incluido en el proyecto que la plaza de toros de Madrid y
Taurodelta llevan a cabo ¿qué responsabilidad exige eso?
Es una
empresa muy importante y es algo tremendamente ilusionante, pero eso conlleva
también mucha responsabilidad. La ilusión y la motivación están por encima de todo.
¿Cómo y de qué forma van a enfocar tu
temporada?
Tampoco
miro mucho más allá de lo que ya tengo cerrado. Estoy centrado en el inicio de
la temporada, no quiero mirar más allá, sino ir día a día, tarde a tarde y
ojalá y salgan las cosas bien.
Además, sigue a tu lado César Jiménez, ese
gran torero que un día apostó por ti y que te sacó adelante, ¿cómo te sigue
aconsejando?
Él es
la persona que me acompaña en el campo, con él que entreno, es una persona muy
importante para mí porque creyó en mí desde el primer día. Los consejos que
siempre me da es que confíe en mí mismo, que estoy preparado para todo y que no
me cargue de presión, sino que viva cada tarde con tranquilidad y cabeza.
Tres
compromisos fuertes como son Olivenza, Castelló y Valencia te esperan. Supongo
que la mente no parará estos días…
Pues
no. La verdad es que los afronto con mucha ilusión, uno es torero por ir a esas
plazas, por empezar en esas Ferias. Me da mucha moral.
Madrid y su plaza marcó un antes y un después
en tu carrera, sobre todo por ese orejón a un novillo la pasada Feria de San
Isidro, en el que lo bordaste al natural, ¿será en San Isidro tu vuelta?
Tampoco
lo sé. Es una plaza de la que tengo muy buenos recuerdos, porque es mi plaza.
Yo soy madrileño y me hace mucha ilusión hacer el paseíllo en Las Ventas. No sé
cuándo volveré, pero de momento tengo que pensar en mis tres compromisos de
principio de temporada antes de que se empiecen a hablar de más retos.
Tu alternativa supongo que ahora está más
cerca…
Cuando
uno quiere ser torero siempre tiene en mente la alternativa. Es una ilusión, es
el sueño de todo chaval que empieza, pero la verdad que no sé cuándo será el
momento. Quizá habrá que esperar a ver
cómo se desarrolla la temporada para después decidir.
En el concepto de Francisco Espada destaca,
ante todo, la gran pureza con la que impactaste en Madrid, ¿cómo crees que ha
proseguido evolucionando éste en los últimos meses?
Creo
que por lo menos he trabajado para ello, para evolucionar, para perfeccionar,
para corregir errores y eso lo tiene que decir el público, que me ve en las
plazas. Yo el trabajo lo tengo hecho. He crecido.