Haciendo
valer su vitola de figura, el caballista navarro Pablo Hermoso de Mendozase erigió como el máximo triunfador de la quinta corrida de la temporada en
Mérida, tarde en la que cortó dos orejas y Arturo Saldívar un apéndice,
en festejo realizado en el Coliseo Yucatán.
Ante una destacada entrada, tres cuartos de plaza, se corrieron cinco toros de
la ganadería de Fernando de la Mora y uno de Los Encinos, que
mereció los honores del arrastre lento y con el que el caballista navarro
realizó lo más torero de la tarde.
Con el que abrió plaza, Hermoso de Mendoza tuvo
un arranque hasta desconcertante, con mala puntería errando en el primer rejón
y sin encontrar el ritmo al toro berrendo de Fernando de la Mora, que
hasta le alcanzó a una de sus cabalgaduras.
Con todo el rodaje a cuestas, el caballista enmendó la
plana en el tercio de banderillas alcanzando buenos momentos ante un toro que no terminó de
entregarse, pero con el que se dio tiempo para algunas alegrías toreando de
costado, subiendo de tono su labor dando el pecho de sus jacas y acertando con
la hoja de peral para la primera oreja en la espuerta.
Pero lo mejor de la tarde vino con el toro de Los
Encinos, un toro bravo con el que dio paso a una faena sin mácula, con
vitola de figura. Destacó su toreo de costado a bordo de «Disparate”, templando
embestidas y luciendo lo indecible en la
interpretación de la «hermosina”, suerte de su creación en la que intercala
ambos lados de la grupa, con el toro cosido a su cabalgadura mientras rueda a
dos pistas por toda la circunferencia. Se levantaron aficionados de sus
butacas.
El estellés se sintió torero y lució con rejoncillos,
banderillas largas y cortas, a una y dos manos, por lo que fue una pena el
pinchazo que antecedió al rejonazo definitivo y que lo privó de un triunfo
redondo.
Por lo que toca a los de a pie, Arturo
Saldívar consiguió sus mejores momentos con el segundo de su lote. Con
sobrada actitud, dejó ver sus cartas desde que se abrió de capa. Cadenciosas
fueron las verónicas y pinturero el quite por zapopinas.
Con el toro en la canasta, Saldívardio paso entonces a una faena variada, con buenos momentos por derecha, pases
cambiados y recursos como las dosantinas de vuelta entera, ya cuando el toro se
rajaba.
Eltercero en el orden fue Fermín Espinosa. El menor de la dinastía Armillita dejó ver
momentos interesantes, con su toreo enhilado al toreo del arte y detalles con
la mano izquierda que de cuajar dará de qué hablar.
Su primero lo puso a prueba, un toro nada fácil, que
punteaba y al que había que estarle para meterlo en vereda y alcanzó algunos
buenos momentos, sin que la faena se
rompiera en definitiva. Lo mejor, la estocada. Y hasta tuvo ligera petición de
oreja.
Con el
cierra plaza lo volvió a intentar. Un toro que regateaba las embestidas, con la
cara a media altura y en el que lo más destacado fueron sus ganas de
agradar.
Mérida, Yuc.- Quinta corrida de la temporada. Coliseo Yucatán. Tres cuartos de
entrada. Cinco toros de Fernando de la Mora, que cumplieron en general,
y uno de Los Encinos (4o., rejones), que mereció arrastre lento. Pesos:
530, 510, 486, 588, 490 y 530 kilos.
El
rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: Oreja y oreja con petición de la
segunda.
Arturo
Saldívar (marino y
oro): Palmas y oreja.
Fermín Espinosa «Armillita IV»
(verde esmeralda y oro): Palmas tras peticióny palmas.
El juez Ulises Zapata, sin problemas.