MÉRIDA - VENEZUELA

Puerta Grande para César Valencia en su estreno


sábado 14 febrero, 2015

Triunfo para el debutante diestro tras el corte de par de orejas al toro que cerró función, mientras que una cercenó el igualmente debutante Arturo Saldívar

Triunfo para el debutante diestro tras el corte de par de orejas al toro que cerró función, mientras que una cercenó el igualmente debutante Arturo Saldívar

Si nos atenemos al juego en
conjunto que ofrecieron los toros de las vacadas de La Consolación y Rancho
Grande, la podemos definir como una corrida de escaso contenido a resaltar.
Pero ante sí, contaron trió de toreros que supo sacarle partido a las escasas
rendijas de lucimiento que permitieron. Tanto Saldívar como Valencia, ambos
debutantes en el ruedo emeritense sacaron a flote el plus de ambición y garra
para sobreponerse a las complicaciones y limitaciones de los toros del Lic.
Hugo Domingo Molina.

Abrió plaza el rejoneador
yaracuyano Francisco Javier Rodríguez, quien pecharía con un ejemplar de
Campolargo manso y aquerenciado desde su misma salida de toriles. Con dicho
burel, el mencionado jinete hizo el esfuerzo en encelar a las grupas de sus
cabalgaduras los mansurrones arreones que se prodigo el astado. Un solo rejón
de castigo colocaría para luego en banderillas clavar banderillas y cortas con
meticulosidad no exenta de exceso de capa por parte de su peón de brega.
Importante intervención del matador sobresaliente Rafael Martínez en toreo por
verónicas con enjundia. Tras fallar en reiteradas ocasiones con el rejón de
muerte y tener que Martínez intervenir para despacharlo, se le silenciaría tras
dos recados presidenciales, aguantando el tercero el palco presidencial al
extremo.

En lidia ordinaria Leonardo Benítez
no del todo estuvo a gusto a lo largo de la tarde. Su primero del lote fue un
animal el cual el veterano espada pasó por ambos pitones haciendo gala de su
repertorio característico, pero la desrazada condición del astado, llevando
siempre la cara por las nubes, sin entregarse, y rajándose ostensiblemente,
hizo que su trasteo no calara en el ánimo de los presentes. Tras pinchazo
hondo, y estocada caída, se le silenció.

Similares fueron los palos por
las que transcurrió su labor ante el que hizo quinto, otro mansurrón que
protestaba al tomar el engaño, contando con la veteranía de Benítez en sacarle
partido más de lo que se intuía. Meritoria la serie por la mano diestra al
comienzo de faena que marcó punto de inflexión a su labor. Los tres cuartos de
espada que dejaría tendidos y traseros, además de varios descabellos, le
hicieron saludar desde el tercio tras aviso.

Impactó la serenidad y desparpajo
del mexicano debutante Arturo Saldívar. Solvencia y variedad en la capa, así
como una firmeza a prueba de bombas con la muleta, su labor frente al tercero
marcó tarjeta de presentación a tomar en cuenta, pasándose los pitones
ceñidísimo a su cintura, enroscándose la embestida del rajado ejemplar de La Consolación,
a tal punto que el criterio de quienes le vimos fue unánime. El temple y en
especial la firmeza de pies, hizo que tras el espadazo ligeramente trasero, se
le premiara con el corte de la merecida oreja que paseó.

Su segundo, otro mansote y flojo
ejemplar de Rancho Grande, vimos a un Saldívar más técnico, más sutil en el
trazo del muletazo, a diestra y siniestra, para de esta forma meter en vereda
la embestida del astado, quien agradecido al trato embistió hasta donde su
escaso fondo de casta le permitió. A recordar el garboso quite por lopecinas
que posterior al puyacito que propinó, ejecutó en los medios. La espada no le daría
opción a sumar la que pudo haber sido la oreja de apertura a la Puerta Grande
tras dejar espadazo bajo, que al final le dejaron en palmas su labor.

Otro debutante en la tarde fue el
carabobeño César Valencia, quien en su primero no se dio coba en explayarse
ante el flojísimo astado que pechó, animal que así mismo desarrollaría
complicaciones y aviesas intenciones, para ser silenciado.

Pero ante el que cerró
plaza, y ante el toro de mejor condición de la función, otro César Valencia se
vio, desplegando un toreo de profundo mensaje, sacando partido al fondo de
nobleza y recorrido de «Jardinero» de Rancho Grande, el cual entendió a la perfección,
dejándole la muleta en la cara y exprimiéndole al máximo en los medios,
pulseándole una embestida no fácil y sí exigente en firmeza y entrega. El
volapié con la que se fue tras el acero, de manera fulminante mandaría a las
mulillas al ejemplar, y con ello desatar la pañolada que no tuvo opción el
palco presidencial que acceder a la concesión de las dos orejas, aun cuando con
una sola era más que suficiente, que no quita el merito y enorme momento que se
vislumbra en un torero que suma su segunda salida en hombros, tras su doctorado
hace poco menos de par de semanas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de Toros de Mérida. Viernes 13 de febrero de 2015. Menos de media plaza (aproximadamente 6500 personas). Toros de La Consolación (2º), (3º) y (4º), Rancho Grande (5º), (6º)
y (7º), y para rejones Campolargo (1º), en su conjunto justos de presencia,
escurridos de carnes algunos, con el elemento común de la falta de casta y
raza, así mismo limitadas fuerzas.

Francisco Javier Rodríguez: silencio tras dos avisos.

Leonardo Benítez: silencio y saludos desde el tercio tras aviso.

Arturo Saldívar: oreja y palmas.

César Valencia: palmas y dos orejas.

Incidencias: En banderillas destacaron Fabián Ramírez y José
Antequera, y en la brega Javier Fuentes y Mauro David Pereira.