Ha sido mediante sus redes sociales donde Victorino Martín ha sacado la cara por el seleccionador nacional tras la polémica suscitada por su mensaje -del pasado mes de abril- en apoyo a Emilio de Justo antes de matar seis toros en la primera plaza del mundo el Domingo de Ramos de este año. Un mensaje que paso de desapercibido y que ahora con el ascenso por parte del riojano ha salido a la luz.
Todo ocurrió el martes, 13 de diciembre, cuando en la cuenta de la Fundación Toro de Lidia se volvía a publicar una grabación en la que se recordaba la afición del seleccionador por la tauromaquia y su apoyo hacia un torero como Emilio de Justo en una cita tan importante como la que tenía con Las Ventas. En pocos minutos empezaron a llegar mensajes contestando el mensaje con todos descalificativos hacia la figura de Luis de la Fuente. En los mismos se insultaba y vejaba a una persona que es aficionado a un tipo de espectáculo totalmente legal.
Una tarde que acabó con el de Torrejoncillos en el hospital tras sufrir un duro percance que le mantuvo fuera de los ruedos hasta finales del mes de agosto, ese que estuvo a punto de dejarle postrado en una silla de ruedas de por vida. Gracias a Dios y al esfuerzo del extremeño quedó en un susto.
A muchos se les llena la boca exigiendo libertades cuando son los mismos que coartan a aquellos que piensan diferente. «Los insultos que hoy están lanzando los que quieren un mundo sin toros demuestran una cosa: que nuestra sociedad necesita, hoy más que nunca, los valores de la tauromaquia. Vamos a seguir haciendo tauromaquia para cambiarlo todo» escribían desde las redes sociales de la FTL el pasado martes.
Tras recibir una cascada de insultos, tanto Luis de la Fuente como la propia FLT, su presidente, ha salido en defensa de ambos con un mensaje en sus redes sociales que ha sido muy aplaudo por los aficionados: «Yo creo que el hecho de que Luis de La Fuente sea aficionado a los toros no debe ser perseguido o perjudicado en su trabajo. Se está persiguiendo a Luis de La Fuente por tener una afición que está muy arraigada en nuestra sociedad. Que es una actividad legal, una seña identitaria de nuestro país y nuestra cultura. Pienso que esto es una aberración. Se están sacando las cosas de quicio que demuestra Una persecución ideológica y un adoctrinamiento»
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Vivimos -desafortunadamente- en una sociedad cada vez menos tolerante y más polarizada, esa en la que el bien o el mal lo marcan unos determinados clichés o formas de pensar provenientes de las redes sociales. La empatía hacia el que se tiene en frete ha desaparecido, al igual que unos valores que han sido sustituidos por la falta de respeto. Vivimos uno de los momentos más oscuros desde hace años, ese en el que la supuesta libertad ya no es tal por culpa de una sociedad caprichosa que se mira constantemente el ombligo. ¡Así nos va!