Tenía lugar, esta tarde, uno de los festejos entidad de la campaña taurina en Francia. Arles continuaba con su temporada con una corrida de La Quinta en la que tomaba la alternativa el francés Máxime Solera con el toro de nombre ‘Lorito’, de 500 kilos. En el cartel, Morante de la Puebla que por vez primera en su carrera se anunciaba con un encierro de este hierro y que se reencontraba con el encaste santacoloma por vez primera en 16 años; Y completaba el cartel Pablo Aguado, torero de enorme personalidad y uno de los baluartes del toreo artista.
Maxime Solera, oreja de ley tras cuajar el buen pitón derecho del abreplaza de La Quinta con el que tomó la alternativa
Oreja para Maxime Solera en el toro de su alternativa, un buen toro por el pitón derecho, que tuvo mucho ritmo y temple. La faena del toricantano tuvo momentos de profundidad y hondura. Lo templó sobre ambas manos, fundamentalmente por la diestra. Lo mató de una estocada, y si todo quedó en una oreja fue porque el puntillazo del tercero no fue certero. Oreja de ley ante un buen animal santacolomeño.
Morante, sublime a la verónica con el segundo, que se le desinfla en la muleta
Palmas para Morante en el segundo, un toro noble pero sin fondo de La Quinta. Sublime anduvo el cigarrero a la verónica, que sentó una cátedra del toreo fundamental de capa, entusiasmando al tendido galo. Tras tres varas, el animal se vino a menos y José Antonio abrevió. Lo mejor, sin duda, con el capote. Palmas para el diestro.
Pablo Aguado, faena creativa y de inspiración a otro buen tercero de La Quinta, al que le paseó una oreja
Una oreja paseó Pablo Aguado del tercero, otro buen toro de La Quinta al que entendió a la perfección. Faena inspirada, torera, de mucha gallardía y con momentos de inspiración en los remates en los inicios de finales de tanda. Faena creativa, muy bella por momentos y por ambos lados, y rematada de una estocada.
El cuarto, un toro muy en santacoloma; silencio para Morante, que deja detalles toreros en el trasteo
Silencio para Morante de la Puebla con el cuarto, un animal muy vivo, tremendamente exigente, muy en santacoloma. Faena que no terminó de romper. Lo intentó Morante, hubo algún muletazo suelto, pero el toro tenía muchos pies y fue muy a contraestilo del concepto del de La Puebla. No anduvo bien con el acero.
Obra cumbre de Pablo Aguado al quinto, al que desoreja: faenón lleno de cadencia y naturalidad a un bravo animal de La Quinta
Cumbre de Pablo Aguado frente al quinto: sensacional toreo del sevillano ante un gran animal al que se le llegó a pedir la vuelta al ruedo en el arrastre, no concedida. Faena inspiradísima, de toreo relajado, de gran ritmo, de mucha cadencia por el pitón izquierdo. Una obra de arte desde el principio hasta el final: labor de mucha armonía y enjundia, en la que destacó con el manejo de la mano izquierda, donde hubo muletazos soberbios. Pelotazo de Aguado. Dos orejas.
Solera, sólo una oreja por fallar con el acero de otro bravo sexto, premiado con la vuelta al ruedo
Extraordinario toro el sexto, un animal con mucho temple, con mucha profundidad, con mucho recorrido y premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Dispuesto anduvo con él Solera en una faena que empezó a una buena altura, pero la segunda parte del trasteo fue menos vistosa aunque igual de ambiciosa por parte del toricantano. A pesar de fallar con el acero, paseó una oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Coliseo de Arles. Segunda corrida de la temporada. Unos 4.000 espectadores.
Toros de La Quinta. Gran encierro lidiado a excepción de segundo y cuarto, que fueron los garbanzos negros. Destacaron por clase el quinto y el sexto, este último premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Morante de la Puebla, palmas y silencio.
Pablo Aguado, oreja y dos orejas.
Maxime Solera, que tomaba la alternativa, oreja y oreja.
FOTOS: MURIEL HAAZ