AL NATURAL

Hoy vuelve a ser domingo


domingo 2 mayo, 2021

La vida alrededor de Las Ventas ve cómo vuelve a salir el sol año y medio después de cerrar sus puertas por última vez

Hoy vuelve a ser domingo

Hoy regresa la vida a la Fuente del Berro. Hoy vuelven a correr el vino, las cañas, los cafés, las croquetas y los calamares por las barras de los bares que llevan mustios desde 2019. Algunos no han logrado ver la luz de un nuevo sol. Porque dejó de ser domingo un domingo de octubre que cerró la campaña pre-COVID.

Y no; desde entonces no ha habido un domingo que pueda decir que lo es. A la arena de Las Ventas no salía el toro y a la explanada de Guindalera no se asomaban los puestos de pipas, de chuches, de almohadillas, de helados y de cervezas. Por las aceras de Alcalá, en el tercer centenar de números, no se agolpaba la gente en la puerta de las tabernas, ni se sentaban en las terrazas de la Avenida de los Toreros. En el aparcamiento, bajo los árboles mustios, algún coche perdido de alguien que visitaba a la abuela quedaba como breve testimonio de lo que solía ser un ‘No hay billetes’ cuando el domingo era domingo. Cuando el domingo era sinónimo de vida, y no de muerte como se empeñan en recalcar.

Dentro, en el inmenso inmueble neomudéjar, volverá la señá Laura a ocupar su tendido del 3, y César Palacios a esbozar dibujos en el arenero lugar; y el Platanito volverá a cantar su lotería por el patio de arrastre, y volverá el trajín a la sala de prensa; pero ni estará Simón para ofrecer el Aplausos, ni anunciará 6 Toros 6 el festejo de hoy. Porque ha sido duro, tremendamente duro el tránsito para vivir el día de hoy.

Hoy, que vuelve a ser domingo y no queda ni el 5 por ciento del papel -porque se ha vendido por Internet- volverá la vida al barrio de Guindalera y el agua bendita a la Fuente del Berro. Y por la mitad, en esa calle de Alcalá que atraviesa los dos distritos, el olor a hermandad y a grupo hace que deje de sangrar el divorcio entre los dos desiertos. La explanada es todo una, todo toro, todo vida. Y Madrid vuelve a respirar por un pulmón de sus domingos, aunque todavía no puede hacerlo ni por el Bernabeu ni por el Metropolitano. Pero hoy, que es domingo, vuelve a un país muy roto la esperanza de que todo pasará.

Pasará y será sin fusilamientos como en otro 2 de mayo, por mucho que lo merezcan los que okupan la Moncloa.