TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Y llegó el día. La fecha en la que lidia Victorino Martín en Sevilla es una de las señaladas por los aficionados de La Maestranza, porque suelen pasar cosas en el ruedo, y eso lo agradece el que paga su entrada para asistir a un espectáculo. La terna, además, tiene motivos para albergar esperanzas, bien por méritos pasados, bien por ilusiones creadas a partir del crecimiento. Cada uno en su rol, y Victorino para atenderlos a todos.
El extremeño Antonio Ferrera es uno de los matadores que mejor ha comprendido las embestidas de los grises de Albaserrada y, por tanto, que mayor rentabilidad ha obtenido con ellas. Para el recuerdo quedan faenas como las protagonizadas en esta plaza con toros de este mismo hierro. Y de esta vacada fueron los animales en los que una tarde decidió asentar su nueva tauromaquia y reposar su toreo para deslumbrar al orbe. Antonio ya no busca el triunfo, ya le sirve de poco si no encuentra cómo llenarse. Y Victorino le da esperanzas para que lo logre.
Viene, además, Ferrera de cumplir con una larga campaña mexicana en la que no ha existido el invierno porque no ha dejado de torear y de obtener triunfos sonados con el toro mexicano y esa embestida especial con la que más se identifica ahora. También la tiene el toro de Victorino, que le exigirá esta tarde que muestre el rodaje de esas 13 corridas de toros que lleva toreadas en 2019. La última, desorejando a un toro de Los Encinos en Aguascalientes.
Si hay un torero deseoso de reeditar triunfos análogos en esta plaza y con esta ganadería es, sin duda, Manuel Escribano. El sevillano aún debe tener en el alma el indulto que logró en La Maestranza cuando Cobradiezmos se lió a embestir una tarde de abril de hace tres años. Desde entonces, sin embargo, las cosas han cambiado para el sevillano, que ya no entra en las ferias con tanta facilidad y necesita otro golpe en la mesa para crecer. Victorino también le ofrece a Manuel esa esperanza.
De hecho, la nueva temporada ha empezado bien para el de Gerena, porque a los tres carteles en los que se ha anunciado este año se ha producido el triunfo: un indulto en Arandas, una puerta grande en Valdemorillo y un triunfo de tres orejas en Tomelloso, preparándose ya para la tarde de hoy, quizá la más importante en su futuro inmediato. Es Escribano dueño de una amplia tauromaquia de recursos que le permiten navegar con un gran número de toros, pero también limita su capacidad de brillar. Tal vez por eso ha buscado la compañía y la amistad del maestro Curro Romero para compañarle hoy. Sevilla le espera.
El extremeño Emilio de Justo es, seguramente, el torero que más revalorizado ha salido de la temporada 2018 y ahora está recogiendo los frutos de una campaña para el recuerdo. Pero no se ha quedado ahí. Emilio es ya veterano en travesías por el desierto y sabe que no es ni mejor ni peor torero que cuando toreaba tres. La diferencia es que ahora lo ha visto más gente. Por eso es uno de los puntales donde pretende descansar el futuro, y ese pasa por tardes como la de hoy, con su debut en Sevilla. Victorino, que le abrió su casa y su corazón cuando era un desconocido del pueblo de al lado, es su ganadería de cabecera, y por eso también le da esperanza.
Llega justo de preparación porque ha visto cómo una lesión producida en su actuación triunfal de Vistalegre, el pasado febrero, lo dejaba fuera de las principales ferias del inicio de temporada. Anunciado en ferias como Olivenza o Fallas, su fractura le impidió comparecer. Por eso será hoy cuando veamos cuál es el torero que encara el resto de su vida a partir de la tarde de hoy. Sevilla y Emilio están condenados a quererse, y se conocerán hoy. Con la de Victorino…
La divisa más célebre del universo taurino no necesita presentación alguna, pero sí un acercamiento a su actualidad, porque lleva cuatro corridas de toros hasta el momento, con 20 toros lidiados y únicamente cuatro orejas cortadas. Sólo un torero, Rubén Pinar, lograba desorejar a un victorino en 2019 y en su tradicional debut en la temporada madrileña no funcionaron las cosas, pero sí contribuyeron los grises de Victorino a la gran entrada que se registró.
Ese día se cumplieron tres años del indulto de Cobradiezmos en Sevilla, que convertía a la vacada en la única que ha indultado animales en La Maestranza y en Las Ventas. La vacada que viene de Las Tiesas iempre ofrece variedad en el comportamioento de sus animales, y sabe abrir las familias para que esto suceda siempre en una corrida donde lidia. Ese dato también contribuye a que Victorino otorgue esperanzas a los aficionados al toreo. Y hoy se anuncia en el Baratillo…