TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Es el primero. El del viernes 28 de septiembre de 2018 será recordado por ser el primer cartel de la historia donde no fueron apoderados ni emprersarios, sino la Fortuna la que colocó a los hombres en el ruedo y los nombres en la imprenta. La suerte quiso que Alejandro Talavante, Paco Ureña y Fortes fueran los encargados de lidiar con el encierro de Victoriano del Río, pero también fue ella la que se empeñó en postrar al murciano y que fuese Pablo Aguado quien ocupase su lugar para confirmar su alternativa. El primero de los carteles arrojados por el sorteo.
Cuando comenzó la temporada, de la mano de Toño Matilla y con el estatus de figurón y mandón en fechas, hierros y dineros Talavante hubiese mandado bien lejos a quien le huibiese dicho entonces que este año probaría el sabor del ostracismo. No sólo apartado de las grandes ferias desde su ruptura con la Casa Matilla, sino condenado casi al olvido del gran público por un sistema creado para el beneficio de quien lo maneja y sólo en honrosas excepciones respetuoso con el que se juega la vida. Alejandro no es una de ellas.
Son 28 los paseíllos con los que el extremeño llega a Las Ventas, después de haber abierto de nuevo su Puerta Grande allá por el mes de mayo. Sólo dos han sido en septiembre, como lo fueron el julio, cinco en agosto y otros cinco en junio. El triunfador de San Isidro ha toreado casi una vez por semana y tiene que venir a Otoño a jugarse los cuartos para reivindicar su estatus.
Al menos fue él, que tenía dos tardes contratadas, el primero que sorteó, y tal vez si hubiera tenido que elegir dos hierros para su feria hubiera elegido Victoriano y Adolfo, los que finalmente cayeron en su esportón. Además, la grave lesión de Ureña abrió la puerta a una sustitución que le permite no abrir cartel.
Por todo ello esta debe ser su ocasión de pegar el puñetazo en la mesa.
Para hablar de la temporada madrileña en este 2018 hay que detenerse forzosamente en Saúl Jiménez Fortes, el toreo que primero golpeó en el ruedo venteño y uno de los que más y mejor ha calado este año entre la afición de la primera plaza del mundo. Es su año más maduro, más íntimo, más personal y libre. Por eso, tal vez, es el año en que está siendo más él.
Y no son muchos los festejos en los que ha participado el malagueño, pero sí numerosas las ocasiones en que ha dejado sin respiración a los tendidos. Empezando por el Domingo de Ramos, cuando se empeñó en ralentizar el natural hasta que fue sobrenatural. Con un par de toros de Victorino. Y en Madrid. Suya fue la oreja más rotunda de San Isidro sin que el presidente la concediera, porque fueron dos vueltas al ruedo las que le obligó a dar el tendido. Macizo Saúl este 2018. Muy macizo.
Por eso es uno de los toreros que apetece ver con más ansia en este Otoño de la renovación del escalafón. Uno de los llamados al Olimpo, aunque es, por su concepto y condiciones, más de alma que de trono. Y uno de los que más ventajas le concede al oponente, porque el valor de Saúl también sorprende a todo el que no lo ha visto y sabe lo que ocurre dentro de un ruedo.
Este viernes volverá a pisar Las Ventas con dos Victorianos que le trajo la suerte.
Pero si hablamos de suerte, es quizá el sevillano Pablo Aguado quien más la ha tenido cuando más la necesitaba, porque hace un año por estas fechas tomaba una alternativa de campanillas en la Feria de San Miguel de Sevilla y a día de hoy sólo cinco paseíllos le contemplan. A pesar de que su tarde en Abril, en su Maestranza ‘natal’, fuera una de las más completas de la feria.
Pero llega Otoño y su suerte para un sevillano que comenzó el año sin tener mucha, porque la enfermedad que aquejaba a su padre lo venció a unos días de verlo torear en Sevilla. Tiene que ser este final de temporada el que traiga la casualidad de que se lesione Ureña, Talavante pida por delante uno que le abra cartel y él sea la opción que mejor le cuadra a la empresa que gestiona Las Ventas. Y es por eso que le llega el momento.
Fino representante de la escuela sevillana, Pablo ha dejado este año su toreo de gusto y de sentimiento con cuentagotas, pero quizá por eso hay más ganas de verlo en Madrid. Será su primera oportunidad como matador de toros en Las Ventas y, sobre todo, la oportunidad de que le cambie la suerte y comience a torear con más regularidad. Aunque viendo lo que ocurre con Talavante, no será muy optimista el pensamiento de quienes andan aún labrando su camino.
Pablo dará su primer paso este vienres en Madrid.
Los toros que esta tarde se anuncian en la primera plaza del mundo son, sin duda, uno de los más apetecidos por los que pueden elegir a la hora de confeccionar carteles. La vacada de Guadalix es una de las fijas en Madrid y en cualquier feria de primera categoría, a veces -como este año- incluso con dos encierros en San Isidro y uno más en Otoño, además de dos toros para el mano a mano Juli-Ginés. Es Victoriano del Río, además, una de las ganaderías que más rápido ha tomado la categoría de ‘figura’ por los resultados obtenidos, sobre todo en la plaza de Las Ventas. Hoy por hoy, es Victoriano lo que busca un torero mandón para anunciarse en la Meca del toreo, no tanto en otras plazas.
Y lo es porque, al contrario de los comentarios que se escuchan en las tabernas, no es la madrileña una divisa fácil ni aborregada. El toro de este hierro suele lucir calidad y humillar como premisas principales, pero también tiene un motor y una exigencia que demanda una preparación y un conocimiento extra a la hora de ponerse.
Sin embargo, la dificultad de mantener el criterio ganadero en la fina línea que separa la bravura del genio provoca que no siempre se consiga lo primero, pero por contra se asegura la emoción. Por eso no es fácil -al contrario de lo que pueda parecer- estar delante de uno de Victoriano, con el que hay que andar muy despierto sin que los sectores más radicales, que miran el hierro antes que la condición, le den a lo ejecutado la importancia justa.
Es una grandísima ganadería que cualquier figura elegiría como seguro para Madrid y que -además de Talavante- el capricho de la suerte ha puesto en manos de dos toreros tan capaces como Fortes y Pablo Aguado..