TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Era el 2 de abril del año 2017. Segunda novillada con picadores de la temporada en el domingo previo al de Ramos. Aquella tarde, Ángel Sánchez estuvo ayer a punto de reventar Madrid. En medio de una novillada de La Quinta con hasta tres animales potables, le tocó en suerte un quinto al que le hundió la mano para partirse a torear al natural.
Luego llegaron las cornadas de Valencia o Villaseca y desde entonces su nombre no se ha prodigado demasiado en los carteles hasta llegar a esta alternativa, en la que ha elegido los cárdenos de Adolfo Martín como materia prima ganadera. Le acompañan El Cid y Moral como padrino y testigo de la ceremonia.
Manuel Jesús «El Cid” ha sido uno de los matadores de toros más predicados en esta plaza. Habiendo vivido las mieles de su Puerta Grande y habiendo cuajado toros importantísimos en este ruedo, su izquierda ha enamorado a la primera plaza del mundo en más de dos y tres tardes. Sin embargo, su mala espada es la que le ha privado de tocar el cielo de Madrid en más ocasiones de las que lo ha hecho.
Una de las últimas grandes tardes en plaza de importancia de Manuel Jesús llegó hace dos años en la Feria de Santiago de Santander, en la que logró indultar un extraordinario toro de Adolfo Martín en la última del serial norteño. Aquel hito en el coso de Cuatro Caminos lo embalaría a un agosto pleno de éxitos que desembarcaron en un nuevo triunfo con la corrida de Victorino en la Feria de San Mateo de Logroño. Eso fue en 2016.
Ahora, tras un aciago paso por Madrid y Sevilla, regresa a la antepenúltima del ciclo isidril. Es la última de sus dos tardes en el abono.
Ha sido el último gran triunfador de la feria de Abril. Fue frente a la corrida de Miura. Se fue a chiqueros, hizo todo lo que tenía de su mano ante dos toros que sí que mantuvieron su duración pero que tuvieron muchas teclas que tocar y se alzó como el gran nombre del final de la feria.
Asume en la tarde de este viernes el tercero de sus paseíllos en Madrid en esta primavera, ya que fue Pepe Moral uno de los nombres que abrió la temporada el pasado Domingo de Ramos con la corrida de Victorino Martín, no teniendo suerte con su lote cárdeno. El pasado domingo estuvo hecho un tío con la corrida de Miura, que no ofreció demasiadas opciones y con la que dio la cara hasta el final el torero palaciego.
El novillero Ángel Sánchez ha sido uno de los nombres fuertes del escalafón novilleril en los dos últimos años. Apoderado por José Ortega Cano en su primera época en el escalafón menor y por Carlos Aragón Cancela en esta última, ha tenido citas importantes como la acaecida en Madrid el 2 de abril de 2017, donde logró cuajar una faena de cante grande a un novillo de La Quinta. Sólo la espada aquel día le impidió la salida en volandas.
Aquella tarde, Ángel Sánchez estuvo ayer a punto de reventar Madrid. En medio de una novillada de La Quinta con hasta tres animales potables, le tocó en suerte un quinto al que le hundió la mano para partirse a torear al natural. No había cuajado el toreo del joven aún entre el aficionado pero puso a todos de acuerdo aquella tarde primaveral en la primera plaza del mundo con un toreo encajado. Y lo hizo con el mentón hincado, con la estampa relajada, con la mano muy baja, con un inicio de faena de los que ya no se ven, con la muleta prendida del centro del palillo, con ese no perder pasos que fue clave del convencimiento, con la tez avivando al tendido después de cada soberbia tanda.
Después, la sangre se apoderó de su temporada sobre todo en una cornada fortísima que un novillo de Los Maños le propinó en la plaza de Valencia. También en Villaseca de la Sagra vivió la cruz del toreo, siendo corneado de forma fea por un novillo de La Quinta. Desde entonces, su nombre no se ha prodigado demasiado en los carteles hasta llegar a esta alternativa, en la que ha elegido los cárdenos de Adolfo Martín como materia prima ganadera.
Adolfo regresa a su feudo. Hierro hermano de Victorino, es signo y seña de la sangre Albaserrada-Saltillo y, aunque hay algunos toreros que marcan diferencias con el hierro de la A Coronada, en cuanto a genealogía y procedencia, es lo mismo. Llevan el apellido Martín.
En el año 2016 la tarde más redonda de este hierro llegó en la Feria de Santiago de Santander, en la que El Cid logró indultar un extraordinario toro de Adolfo Martín en la última del serial norteño. Aquel hito en el coso de Cuatro Caminos supuso un antes y un después. Otra de sus grandes tardes acaeció en la encerrona de Castella en la feria de la Vendimia de Nimes. Ya en 2017, no tuvo corridas recordadas con ahínco entre la afición. Ahora en Madrid tiene la llave para revalidar premio.