La segunda jornada de la V Bienal Internacional de Tauromaquia de Ronda comenzó con la ponencia llevada a cabo por Francisco Gallardo Díaz, Capitán de Infantería y ex presidente de la Federación de Asociaciones y Peñas Taurinas de Málaga. El militar, que fue presentado por Óscar Plaza López, presidente de la Escuela Taurina de Málaga, realizó una magistral analogía entre las similitudes que existen entre los valores que caracterizan al toreo y a la milicia.
“El toreo es un continuo ejercicio de sensibilidad. Ser aficionados en cuanto menos no hará mejores como personas y a los profesionales le obligan lo cumpla o no a estar a la altura. Las plazas son lugares donde se muere públicamente. El círculo de la simbología más aceptada ancestral significa la eternidad, su justificación es prolongarse y repetirse. Nada escapa a la vista del espectador. Nada que comprender, solo contemplar: eso es el espectáculo”, manifestó el Capitán de Infantería.
“El difícil camino hacia el triunfo”
Seguidamente, el Salón de Actos del Palacio de Congresos de la “Ciudad Soñada” acogió una interesantísima mesa de debate cuyo título hacía referencia a la dificultad para abrirse camino en la tauromaquia. Para ello, compartieron mesa tres toreros: David Galán, David de Miranda y Rafa Serna, siendo perfectamente presentados Emilio Trigo y conducidos en un profundo debate por Javier García Baquero. Un acto que también contó con la presencia de José Luis Pereda, empresario de la Plaza de toros de Huelva.
El torero David Galán trasladó al público a aquellos tiempos en los que empezó a tomarse en serio ser torero, aludiendo al papel fundamental que protagonizó su padre, Antonio José Galán. “Con 13 años recuerdo que sin estar anunciado en el cartel de algunos festivales, me llevaba mi padre para hacer el paseíllo y si él lo veía claro me instaba a que saliera a torear. Yo tenía una confianza ciega en él, que no era como torero, que también; era porque era mi padre. Luego cuando toreaba las novilladas sin caballos y había un momento que él estaba en el callejón, iba a recoger la espada y me decía ‘torero, este nos vamos a tirar a matar sin muleta’ y yo lo miraba y le hacía caso. A mi padre le disfruté mucho como padre, pero luego como torero me he dado cuenta la importancia que ha tenido, gracias al aficionado y al mundo del toro”, declaró el malagueño.
El diestro David de Miranda también dio su versión al respecto de lo duro que es conseguir el éxito como matador de toros, haciendo referencia a la naturaleza de sus inicios en su tierra, Huelva. “Al ser de Huelva, no conseguía rodearme en mis entrenamientos con matadores de toro. Mi carrera profesional empieza en 2011 con el certamen de ‘Huelva busca un torero’, que fue organizado por profesionales taurinos de la provincia. Entrenaba todo el día con los chavales que empezábamos, pero para mí, mi maestro siempre ha sido y será Manolo Cortés. Cuando yo de verdad noté un cambio, una evolución en mi carrera, fue cuando empecé de la mano de Manolo Cortés en 2014”, destacó el torero onubense.
Por su parte, Rafa Serna afirmó que el éxito real residía en ser buena persona, ya que “bajo mi punto de vista, el éxito es ser buena persona y estar bien contigo mismo. Creo que, para conseguir un éxito profesional, primero lo debes tener en el ámbito personal. Guardo muchos recuerdos de mis tiempos de novillero, en los que compartía muchos momentos con otros compañeros que hoy en día no se dedican al toro, pero que gracias a la educación y la disciplina taurina, hoy son lo más importante: buenas personas. Empecé en la casa Rivera Ordóñez, donde di mis primeros pasos en el mundo del toro. Luego la mayor suerte de mis inicios fue conocer Luis de Pauloba, con el que entré a la escuela taurina de Sevilla. Él es el que me ahorma, me da esa confianza y creo que me hace subir ese escaloncito de no saber nada y aprender, a absorber conceptos y conocimientos a la hora de torear”, afirmó el sevillano.
“La mujer en el mundo del toro”
La tarde del sábado comenzó con la ponencia “La mujer en el mundo del toro”, llevada a cabo por Muriel Feiner, periodista, traductora y fotógrafa del Club Internacional Taurino. La escritora americana hizo un gran recorrido de la presencia femenina a lo largo de la historia de la tauromaquia, tratando de reivindicar el sitio que las mujeres torero se merecen. “El arte no tiene género porque es universal. Cualquier persona que participa en este espectáculo, lo hace en el lugar más arriesgado y meritorio, delante de los pitones del toro, con lo cual todos y todas merecen su debido reconocimiento”, sostuvo Muriel Fainer.
La periodista hizo un recorrido cronológico mencionando a todas las toreras que han sido relevantes por su papel en sus respectivos países, que han tomado la alternativa o que en la actualidad son figuras emergentes. Alguno de los casos que desglosó fueron los de mujeres como Juanita Cruz, Maribel Atiénzar, Maripaz Vega, Cristina Sánchez, Conchi Ríos, Sandra Moscoso, Hilda Tenorio, Rocío Romero o Miriam Cabas.
“El origen del flamenco es taurino: nueva teoría del origen”
La ponencia que cerró el ciclo de mesas de debate estuvo protagonizado por dos artes que se encuentran íntimamente relacionados: el flamenco y el toro. En este caso, se hizo un repaso de hitos históricos que tienen relación entre sí, ahondando en el origen teórico del flamenco que se sitúa en Cádiz. Y su protagonista fue Guillermo Boto Arnau, presidente de la Cátedra de Flamencología de Cádiz.
La mesa fue presentada por José María Morente, Director General de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, quien dio una pincelada de la temática sobre la que giraba la ponencia, destacando que “damos todos por hecho la vinculación relación de un arte con el otro, pero además nuestro ponente afirma de manera contundente que “El origen del flamenco está en el toreo. Esto de los orígenes del flamenco ha sido siempre una cuestión muy controvertida y confusa. Podríamos recordar muchas teorías, como la que decía que el flamenco tenía su origen en un grupo de familias en la zona de Cádiz Jerez; o la hipótesis sobre la génesis de flamenco más divertida, que es la de Pericón de Cádiz quien defendía que el flamenco viene en un barco que llega un día a Cádiz y que trae en su interior un baúl en el que aparecen las partituras del flamenco ya hecha y escritas”.
Por su parte, Guillermo Boto Arnau destacó que “Dentro del flamenco, hay cuarenta o cincuenta palos que son los que realmente se suelen interpretar. Sobre las letras del flamenco se han hecho muchísimos estudios. Todos ellos han derivado en una serie de hipótesis. Cada vez creo que estamos demostrando que es más verdad sobre todo el origen gaditano, como decía Pericón, pero aparte de esta, hay una teoría fundamental que prácticamente se han venido abajo; una la de Blas Infante, el padre de la patria andaluza, que juraba y perjuraba que el flamenco era de origen árabe del norte de África. Dentro de los grandes tratadistas españoles, el primero que estudia el flamenco realmente es Demófilo, el seudónimo bajo el que se le conocía a Antonio Machado Álvarez, el padre de los dos hermanos poetas”.