La noticia saltaba hoy a los medios de comunicación, adelantada en ABC por Charo Pérez: Manuel Benítez ‘El Cordobés’, uno de los mayores revolucionarios de la historia del toreo, volverá a torear a sus 87 años junto a sus hijos, Manuel Díaz y Julio Benítez, y ya tiene decidida la plaza donde tendrá lugar el evento, del máximo interés para cualquier aficionado a la tauromaquia y también para los fans de la prensa rosa que ven un aliciente en el evento.
Será el Coso de los Califas de la capital cordobesa el escenario del reencuentro vestidos de luces. Una plaza de primera categoría para acoger un festejo que tendrá como protagonista a uno de los toreros con más categoría de la historia, y que fue, además, el que puso en dinero a los toreros, cuando decidión cobrar un ‘kilo’ -millón de pesetas- por tarde.
El artífice de la idea es el empresario actual de la plaza cordobesa, el sevillano José María Garzón, uno de los empresarios más exitosos de cuantos pueblan el sistema actual, pero también un hombre con cierto halo de ‘maldito’ en la profesión, como tuvo en su momento el gran Benítez, acostumbrado a luchar -y ganar- siempre contra corriente.
Lo cierto es que el abrazo producido hace unos días entre Manuel Benítez y Manuel Díaz no sólo unió los lazos entre dos hombres condenados a encontrarse que nunca tuvieron una oportunidad tan propicia. Serán 60 años de alternativa para el Benítez, el V Califa cordobés; y serán 30 de doctorado para Díaz, que nunca pensó celebrar de esta forma una efemérides semejante. Lo que está pendiente es la fecha. Y la aceptación del reto por parte del padre, claro, que tendrá la opportunidad -única, claro está- de compartir cartel con sus dos hijos.