El periodista Luis Meyer, comenzaba así su reportaje y entrevista a Roca Rey: «Amante de la tradición taurina e íntimo de los grandes diestros de su época, si siguiera entre nosotros, Pablo Picasso caería rendido ante el arte del que ya han nombrado como el mejor torero de nuestros tiempos. Andrés Roca Rey recibe a Harper’s Bazaar a portagayola para hablar de cómo conectar con el sosiego del campo, ahondar en el silencio para hallar la concentración y de por qué se plantea la vida a corto plazo».
«No ha sido un camino fácil, dejar atrás a mi familia y amigos en el Perú y llegar a un sitio desconocido para mí, tan joven, me hizo sentir una soledad insoportable», confesaba Andrés a su interlocutor con un timbre dulce, pausado, casi tímido, que contrasta con su salto al ruedo: primero lo pasea a cámara lenta, casi hierático, arrogante como Luis Miguel Dominguín relataba Meyer.
En esta entrevista y en un medio social no podían faltar las preguntas a cómo ve Andrés la situación animalista y de esta manera resuelve la pregunta: «Que la mayoría de la gente no esté en contacto con la naturaleza, creo que es uno de los motivos por los que el mundo está hoy, de alguna manera, al revés. Estar en contacto con el campo y los animales te hace ver la vida de una manera diferente. Esa es la vida real, es lo que debemos cuidar. La ciudad es un artificio de edificios, modernidades, coches y contaminación. La leche no sale de la nevera sino de un animal, y el problema es que la mayoría de los niños no lo tienen claro porque saben usar perfectamente un iPhone, pero no han visto nunca cómo se ordeña a una vaca«.
Una postura profundamente ecológica desde la que no se corta en defender la tauromaquia. «Por culpa de esa desconexión, la gente no entiende que los animales tienen una misión, como la tenemos los seres humanos, y la del toro bravo es ser lidiado». Y se arranca con un pase de pecho, de los de muleta, que son sus preferidos: «Yo respeto todas las opiniones si están fundamentadas, también las de quienes están en contra de lo que hago, pero si te digo la verdad, hay algo que sí que me molesta, que no trago. Y es que el toro bravo lo cuidan los ganaderos, los toreros, los aficionados que van a la plaza… Y hay gente que critica el mundo del toreo sin saber siquiera de qué trata esto, y no dan nada por el toro. Dicen proteger al animal, pero solo con palabras. Y en realidad están acabando con una raza única en el mundo, la del toro de lidia«.
Una charla íntima y profunda donde Roca Rey habla, explica y analiza todo tipo de conceptos y situaciones como la política en su país natal, su preocupaciones en torno a ella, la soledad, la intimidad, su juventud… y todo ello en una entrevista que acompañan fotos de Álvaro Gracia y un estilismo de Beatriz Moreno de la Cova.
Como singularidad a la sesión de fotos, Andrés Roca Rey posa siempre y en todas las fotos con las medias de torear, como nexo de unión a todas ellas y como guiño, y para que no se olvide, que es torero. Marcas como Alexander McQueen, Uniclo, Manolo Blahnik, Leandro Cano o un espectacular traje de Dolce & Gabbana con los colores del capote de torear son las escogidas para esta especial sesión que Harper´s Bazaar dedicó al arte del toreo y que ya puedes adquirir en tu quiosco.