Si hay un hierro legendario en tierras extremeñas, ese es el de Conde de la Corte, una ganadería que durante muchos años fue fija en las plazas de mayor entidad, pero que con el paso de los años quedó relegada al circuito torista o incluso a no lidiar prácticamente nada. Ahora, gracias al arduo trabajo familiar de Luis Guillermo López, está volviendo a tener el auge de antaño y ya está anunciada en cosos donde hasta hace no mucho ni sonaba en las quinielas.
Un hierro que ha trabajado en silencio durante estos últimos años, seleccionando las madres que aún quedaban en Los Bolsicos para volver a poner la ganadería en el circuito. La ganadería ha tenido máxima relevancia en el último siglo de tauromaquia, en el que las figuras del toreo estoqueaban estos astados en los principales abonos, pero todo cambio de unos lustros hacia esta parte, algo que no hizo desfallecer el sueño ganadero de una familia muy ligada a este animal tan emblemático.
Las lluvias caídas este invierno en ‘Los Bolsicos’ ayudó a recobrar ese verde que se echaba tanto de menos por esta zona tan ganadera. La finca familiar donde pastan los toros, hacen de sus cercados un tremendo espectáculo para los sentidos. Los astados del Conde de la Corte se encuentran lustrosos, incluso algunos ya rematados para poder lidiarse a principio de temporada. Esa temporada donde este hierro tan emblemático tiene la oportunidad de volver a subirse al carro de las ferias.
Como ya dijimos en alguna ocasión, el campo bravo es un continuo aprendizaje para tos aquellos que conviven con este mítico animal. En uno de los corrales que separan los cercados de la finca Los Bolsicos se encontraba uno de los astados más imponente de la camada. Este animal, pese a la nobleza que suele tener el toro de este encaste en el campo, mostró una imprevisible reacción, su mirada lo decía todo: la baba que soltaba por el hocico y una respiración acelerada denotaban que no estaba para juegos.
Por suerte se quedó ahí todo. El ganadero, que grababa este vídeo, quedó inmóvil aguantando la mirada de un cuatreño de gran seriedad, por fortuna el animal no hizo por él, evitándose males mayores. Aun así llama poderosamente la atención que pese a estar en lo alto del muro y quedarse el toro a centímetros de él, este aguantara inmóvil la arrancada de un animal que imponía respeto nada más verlo.
El hierro de Conde de la Corte, uno de los más célebres en la historia del toreo
El hierro de Conde de la Corte, uno de los más célebres en la historia del toreo, pertenece a la Unión de Criadores de Toros de Lidia y, aunque en los últimos años no ha prodigado su presencia en Ferias ni plazas de importancia, sí ha tenido máxima relevancia en el último siglo de tauromaquia. Figuras del toreo han estoqueado estos astados en los principales abonos y su nombre ha relucido en Ferias de importancia en nuestro país.
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