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El toro indultado (y ahora semental) de Millares que ‘recela’ de su lote de vacas: así es su extraña actitud ante ellas


martes 4 abril, 2023

Un semental que huye de las vacas para volver a lugar donde pasó su niñez: así es la bella historia de este toro del hierro onubense de Manuel Ángel Millares.

Toro Ramos
Toro en una imagen de archivo. © Pablo Ramos

Los toros bravos se parecen más de lo que creemos a las personas. Sufren patologías similares y cambios de ánimo y tienen un vínculo muy estrecho con sus crías, pese a que los sementales no tengan ese instinto de pertenencia que -por ejemplo- sí tienen las vacas madres. El toro no reconoce a los becerros como tal, llegando incluso a no gustarle la presencia de éstos en determinados momentos.

El campo bravo siempre nos da sorpresas, y más si hablamos de genética. En este caso esta noticia nos conduce a la ganadería de Manuel Ángel Millares, una vacada que pasta en una de las tierras más codiciadas de la provincia de Huelva. Aquí su ganadero sigue luchando por mantener los tres encastes de la casa, esos que siguen dándole grandes satisfacciones aunque sea ya en festejos menores por la imposibilidad de lidiar corrida de toros en cosos de relevancia.

30 años lleva consolidando sus tres proyectos ganaderos Manuel Ángel, cada uno, además, con un encaste distinto. El que se anuncia a su nombre, con sangre Jandilla; el que se conoce por Torremilla, de origen Núñez; y el de Los Millares, con sangre Atanasio. Este proyecto ganadero se asienta en unas 2.400 hectáreas ubicadas entre Trigueros y Gibraleón, dos zonas que tienen al ganado bravo como bandera

A esta casa ganadera se fueron los miembros del programa Toros para Todos para grabar varios reportajes, uno de ellos tenía que ver con un nuevo semental que se salía de su hato de vacas para recorrerse caso 2 kilometros en busca de ese cercado donde convivió con sus hermanos en su época de añojo y eral. Es el primer año que está con las vacas y no está aún acostumbrado a ellas, de ahí que no les haga caso.

La lucha por intentar dejar cubiertas al máximo número de hembras posibles

El toro desconoce con quien está, no sabe la función que tiene que hacer, de ahí que con el paso de los días se acostumbre a la labor que se le ha encomendado. Con el tiempo el nuevo semental se aclimatará a esta nueva situación, e incluso cuando le toque descansar será difícil sacarlo de allí. Ahora te loca cumplir con su cometido: intentar dejar cubiertas al máximo número de hembras posibles una vez que ha vuelto de su excursión.

Una ganadería, ésta, que no lo ha tenido fácil los últimos años con la reducción de festejos por la llegada de la pandemia, un hierro que tiene un importante número de vacas debido a los tres encastes que conviven en esta explotación de bravo. Afortunadamente, su presencia en el ciclo de novilladas sin caballos de Andalucía y en festejos con caballos ayudó a ir probando nuevos sementales que han dado una vuelta de tuerca a la ganadería.

El grueso de la vacada se sustenta en la sangre Domecq, estando presente —en menor medida— la parte de Núñez y Atanasio. Un tipo de toro que se diferencia del resto tanto por sus hechuras como por su pelaje, siendo el oriundo de tierras charras el más voluminoso y pesador. A fin de cuentas, tres ganaderías que se conservan en pureza en una casa que sigue peleando por no hincar la rodilla.