CAMPO BRAVO

El ganadero José Enrique Fraile da a conocer el ‘nombre maldito’ elegido para uno de sus toros para este año


jueves 13 abril, 2023

Tres hierros que confluyen en el tiempo: la Viuda de Ortega, Castillejo de Huebra y ahora Fraile de Valdefresno, tres divisas que están estrechamente relacionadas por el nombre de un toro bravo.

Fraile De Valdefresno
Toro de Fraile de Valdefresno número 55. © Pablo Ramos

Uno de los hierros importantes del campo charro es la salmantina de Fraile de Valdefresno, una vacada con sangre Atanasio-Lisardo que lleva toda una vida siendo santo y seña del toro de esta zona tan ganadera. Una ganadería que como muchas otras se ha visto divida por el fallecimiento de su criador; en este caso fue en el año 2020 cuando pasó a ser propiedad de José Enrique Fraile Mazas, formándose la ganadería con la mitad de la ganadería de Valdefresno y pasándose a anunciar como ‘Fraile de Valdefresno’.

Un hierro con solera que ha sabido capear el temporal de los males momentos, algo que le hizo salir con más fuerza si cabe y buscar ese objetivo marcado desde antaño. Es una casa que ha sabido reciclarse y evolucionar sin perder la seña de identidad que le dio su creador. Ahora, tras la división, familia busca su sitio dentro del organigrama taurino, ese que se está ganando poco a poco gracias al buen hacer de su actual ganadero.

Con la llegada de las redes sociales, muchos han sido los ganaderos que han encontrado un escaparate para dar a conocer sus animales. Atrás quedan las revistas que en especiales anunciaban a bombo y platillo los toros de una Feria determinada; ahora el aficionado puede conocer a través de los canales oficiales de dichas ganaderías los animales que hay en el campo y el destino de éstos.

Así lo lleva haciendo un tiempo la ganadería salmantina de Fraile de Valdefresno. Gracias a sus cuentas en Instagram y Twitter, el aficionado está al día de aquello que sucede en la mítica finca Valdefresno, un paraje por todos conocidos que ahora también se puede ver a través de Internet. Los nuevos canales de comunicación se abren paso a un ritmo vertiginoso, no pudiendo ser menos en el mundo del toro.

El nombre de este toro nos retrotrae a inicios del siglo pasado

Fraile Valdefresno
El número 55 de Fraile de Valdefresno. © Twitter

Pero este toro nos retrotrae al siglo pasado, a una época en blanco y negro donde la tauromaquia partía como eje principal del país, una fiesta de toros que vertebraba la España de primera mitad del siglo XX. En esos años toreros de relevancia copaban las ferias de mayor boato, al igual que casi 100 años después, donde los toreros del momento copan esos carteles soñados por todos. Así ha sido toda la vida y así seguirá siendo.

La plaza de toros de Manzanares, que pasó a la historia de la tauromaquia por ser el escenario de la cornada mortal que le propinó el toro ‘Granadino’ a Ignacio Sánchez Mejías el 11 de agosto de 1934, vio el pasado mes de julio cómo Morante debía lidiar un toro de nombre ‘Bailaor’, como también se llamaba el astado que acabó con la vida de Joselito el Gallo, cuñado del polifacético diestro fallecido en el ruedo manchego.

Tres hierros que confluyen en el tiempo: La Viuda de Ortega, Castillejo de Huebra y ahora Fraile de Valdefresno, tres divisas que están estrechamente relacionadas por el nombre de un toro bravo. En aquella época, cuando un animal sesgaba la vida de un torero, el ganadero nada más llegar al campo quitaba de la piara de vacas tanto al semental como a la madre de dicho animal para borrar todo rastro de ese astado. Ambos iban al matadero, no se podía consentir que la simiente de dichos animales siguiera corriendo por los animales de la vacada.

La ganadería de doña Josefa Corrochano, conocida popularmente como Viuda de Ortega, pastaba en el término municipal de Talavera de la Reina. Bailaor‘ es uno de esos nombres malditos, como Avispado, Barbudo o Burlero, pero que con el paso del tiempo ha vuelto a salir a un ruedo marcado a fuego con el hierro de otras ganaderías.