CAMPO BRAVO

El ‘mal genio’ de Cobradiezmos cuando los trabajadores de Victorino se acercan al hato de vacas que está cubriendo


martes 18 abril, 2023

El saneamiento es una de las faenas más delicadas que hay en el campo bravo: el movimiento de animales y su manejo son siempre algo que hay que hacer con sumo cuidado, algo que conocen bien los trabajadores de la finca de Victorino cuando tratan con el semental "Cobradiezmos".

Cobradiezmos
Cobradiezmos con una de las vacas de su hato, en una imagen de Diego Alcalde publicada por Victorino Martín. © D. A.

La práctica totalidad de la afición conoce la extraordinaria relación entre la ganadería de bravo y el caballo para las labores camperas. Todo ganadero cuenta con caballos para desarrollar las principales actividades que se realizan en una finca, tal como se ha hecho desde que el hombre comenzó a domesticar un animal tan hermoso como el caballo. Y es precisamente en esta ganadería donde sus trabajadores tiene a su disposición un número importante de equinos para realizar las labores de campo.

En Las Tiesas de Santa María -finca cacereña de Victorino Martín- se cría un animal muy definido, con unas características distintas al resto. Su viveza en la mira, su expresión de bravo, su finura de cabos y su comportamiento siempre alerta, le hacen ser un toro impredecible en el campo por su comportamiento jerárquico. Debido a ello es esencial que los animales sean ágiles y valientes, amén de confiar ciegamente en su jinete, ese que les llevará a lugares donde el riesgo es palpable.

Es el mes de enero y en las ganaderías de bravo toca pasar por los corrales a los distintos lotes de vacas con sus respectivos sementales. Debido al amplio número de cabezas se va haciendo por lotes, esta vez le toca al de ‘Cobradiezmos’, un toro de reconocido prestigio que no anda de muy buen humor estos días. Los vaqueros entraron en su cerca para llevarse a su tropa de vacas, algo que no gustó a un toro que prefería seguir disfrutando de su compañía en las amplias praderas de la finca extremeña.

Las vacas están revueltas: no quieren ir al lugar donde les mandan los hombres de a caballo, pero gracias a los bueyes y la pericia de los miembros de la ganadería consiguen meter a las hembras y a sus becerros en el amplio corral. Ahora toca ir a por el semental ‘Cobradiezmos’, pero éste está mosqueado debido al continuo movimiento de mansos y caballos. A base de paciencia logran llevarlo a los corrales, no sin dificultades.

Una faena llena de aristas debido a que los animales ni mucho menos están por la labor de salir de ese lugar donde llevan un tiempo viviendo en total libertad. Victorino, su mayoral y los vaqueros saben que tienen que poner los cinco sentidos en una faena que puede enquistarse si no se hace con cabeza. Esa misma que hay que ponerle en los corrales para que ningún animal se estropee los pitones o se dañe de forma accidental.

Afortunadamente, tras pasar por el mueco volvió a su querencia habitual, allí donde vive relajadamente con su lote de vacas, esas que también han pasado por las manos de unos veterinarios que tienen un largo trabajo por delante con tantas cabezas de ganado. Un trabajo que deben hacer sin prisa, pero sin pausa para que no se eternice.