En los tiempos de esplendor del campo charro, cuando se hacían populares cantares a personajes tan ilustres como Pilarín Coquilla, forjó una de las tres variantes de la estirpe Santa Coloma. Con la parte de Coquilla casi extinguida y la de Buendía en aparente recuperación, la parte Graciliano está cosechando importantes éxitos en cosos franceses gracias a la ganadería leonesa de Valdellán, que lleva años apostando por un tipo de toro muy definido que está dando el espectáculo que busca un tipo de afición tan exigente como la francesa
Una vacada que fue formada en 1939 por los hijos de don Alipio Pérez-Tabernero Sanchón, con un lote de vacas de don Arturo Sánchez y Sánchez, procedentes de Trespalacios, y otro lote de hembras y sementales de don Alipio, anunciando en carteles “Hoyo de la Gitana”, eliminando más tarde lo procedente de Arturo Sánchez y conservando únicamente lo de Santa Coloma. En 1968 pasó a ser propiedad de don Fernando Pérez-Tabernero Sánchez, que siguió lidiando a nombre de “Hoyo de la Gitana” hasta que en 1974, la anunció a nombre de su esposa doña Pilar Población del Castillo.
Desde 1988 esta ganadería pasa a ser propiedad de sus hijos don Julio y don José Juan Pérez-Tabernero Población, siendo en 1992, al extinguirse la copropiedad de la ganadería al amparo del artículo 6º de los Estatutos de la UCTL, cuando pasa a ser único propietario don Julio Pérez-Tabernero Población. A partir del año 2019 la ganadería con procedencia Conde de Santa Coloma-D. Graciliano Pérez-Tabernero-D. Alipio Pérez-Tabernero pasa a anunciarse D. Julio Pérez-Tabernero Población.
Una ganadería de las más respetadas por el aficionado que tomó antigüedad el 6 de agosto de 1944 y que en 2023 lucha por seguir sobreviviendo a las modas de un sistema que orilla a un determinado número de ganaderías que se salen de los prismas de hoy en día. Ahora encuentra su hueco en los festejos menores,donde va poco a poco lidiando esos animales nacidos de nuevos sementales; de hecho, el ganadero ha decidido ‘quitar’ la mayoría de sus toros y dejar solamente añojos y erales para ser lidiados.
Unos nuevos sementales que tienen tremendamente ilusionado a un ganadero que ha conseguido encontrar una cierta regularidad que le ayude a ir poco a poco rejuveneciendo la ganadería. Para ello la pandemia ha sido especialmente productiva, al no poder darle salida al ganado se quemó todo en la plaza de tientas, sacando varios sementales de toros los machos lidiados. Algo que viendo el panorama también hizo en los años venideros, limpiándose la camada de un plumazo.
Pero esta no es la única novedad de esta vacada: ya en 2019 su actual ganadero cambió el nombre de Pilar Población por el de Julio Pérez-Tabernero Población, sin duda un cambio que debe ir poco a poco calando en el aficionado, ese que estaba acostumbrado a ver los toros anunciados con el nombre de su madre. Ahora corren nuevos tiempos en esta casa que anda en busca de seguir subiendo escalones y asentarse en ferias de novilladas donde ir poco a poco encontrando el sitio que merece.