TEXTO: STEPHAN GUIN / FOTOGALERÍA: MURIEL HAAZ
La ciudad francesa de Istres celebraba, en la tarde de este 20 de junio, la quinta de su Feria taurina, una corrida de toros charra en la que Antonio Ferrera -en sustitución de Enrique Ponce-, Paco Ureña y Luis David Adame trenzaban el paseíllo. Se lidió un encierro de Victoriano del Río que, a la postre, fue complicado y sacó unas dificultades a las que supo imponerse la terna en cada uno de sus conceptos. Paco Ureña selló una tarde de torero grande, paseando tres orejas; un inspirado Ferrera marró con el acero más premios, al igual que Luis David.
La sutileza del toque de Ferrera saca las virtudes del protestón primero de Victoriano, pero pincha el premio
El primero fue un animal bajo y bien hecho de Victoriano del Río, un animal que no salía de los engaños y no pudo lucirse Ferrera de capote. Tras el primer y único puyazo, en el que no se empleó mucho, Ferrera dibujó un quite de inspiración artística, en su estilo personal, y brindó a los dos otros toreros, Ureña y Luis David. Con las manos por delante el toro en el inicio de faena, protestó e incluso se cayó en las siguientes series. No obstante, no perdió la fe Ferrera, con toque sutil, y toreó a cámara lenta por ambas manos. Siempre por encima del toro, sacando incluso un punto de nobleza del animal. La pena fue que pinchó en dos ocasiones, enterrando el acero a la tercera, momento en el que el toro le dio una voltereta sin consecuencias aparentes. Ovación tras aviso.
Dos orejas al valor frío y a la pureza en el trazo de Ureña al complicado segundo de Victoriano del Río
El segundo de Victoriano del Río, número 100, negro de capa y de 510 kilos, tenía cinco años y medio. Un animal bien hecho y que tuvo embestidas muy cortas de inicio, algo que hizo imposible que Ureña se luciese de capa. Perdió las manos en la salida del único puyazo que recibió. Mano baja le recetó Ureña a un animal que se le frenaba mucho; rápidamente, el toreo entendió que su pitón era el izquierdo, por lo que le recetó dos series de mano baja por ese lado con mucho aguante para trazar al animal. Ureña buscó la pureza y, en el final de obra, le sacó dos tandas de mano diestra de calado, rematando con una última tanda al natural brillante, a cámara lenta. Dos orejas al valor frío y a la pureza en el trazo de Ureña.
Luis David, ovacionado tras pinchar su labor al soso tercero de Victoriano, que brindó a sus compañeros de terna
Nacido en agosto de 2016, de 520 kilos, estrecho de sienes y más hondo que los dos anteriores, era el segundo de la tarde. Animal frío de salida, que se le metió por dentro al capote de Luis David. Empujó con fuerza en la primera vara, recibiendo también una segunda. Quitó por chicuelinas el aquicalidense, brindando el animal a sus compañeros de terna. Como virtud fundamental, tenía la humillación, pero el astado era soso. Corrió la mano por ambos lados, pero no tomó vuelo el trasteo porque el animal salía con la cara siempre suelta. Pinchazo, espadazo caído y ovación tras aviso.
Ferrera comparte banderillas con Luis David ante el cuarto y da una vuelta tras aviso tras perder premio con la cruceta
De abril de 2017 era el cuarto toro, otro animal bajo que no se empleó en el recibo capotero de Ferrera. Animal que recibió una buena vara, quitándolo con belleza e improvisación. Compartió Ferrera el tercio de banderillas con Luis David Adame, destacando el último rehilete, de poder a poder. Momento de alegría en el tendido galo. El toro tenía motor, pero muy poco ritmo durante la embestida. Ferrera, que le hizo frente en vaqueros tras el percance de su primer animal, conectó mucho con el tendido, corriendo la mano con limpieza en su trazo. La pena fue que mató de una estocada caída, perdiendo el trofeo por el descabello, matando al quinto intento con la cruceta. Vuelta al ruedo tras aviso.
Paco Ureña, una oreja más tras imponerse al protestón y difícil quinto, que brindó a Manolo Vanegas
Aplaudido de salida por su presencia fue el quinto, un animal serio por delante y con pitones astifinos. Se le metió por dentro a Ureña en los capotazos, andándole hacia atrás hasta los medios el murciano. Solamente se llevó una vara. Lidió muy bien y por abajo Curro Vivas. Antes de iniciar faena, brindó a Manolo Vanegas, torero que ha conocido el dolor. Toro muy complicado, que embestía con la cara alta y, cuando el torero intentó bajar la mano, el toro protestaba. Desarrolló peligrosidad en el último tramo de faena. Mucho mérito de Ureña con un toro con genio. Firmeza y oficio del murciano. Remató labor de espadazo desprendido, premiado con una oreja.
Luis David, oreja tras aviso del sexto, en el que invitó a Leo Valadez a banderillear
Nacido en abril de 2016 fue el castaño oscuro sexto, un animal que se frenó en los engaños. Luis David intercaló chicuelinas con verónicas de salida, dándose una vuelta de campana el animal al salir del caballo. Invitó a Leo Valadez, presente en el callejón, a banderillear, algo que hizo con soltura, en un ambiente de alegría y fiesta. El toro tenía cualidad de movilidad, pero le faltaba fuerza, una lástima, porque éste perdía las manos cuando el aquicalidense le obligaba por abajo. Poco a poco fue bajando la condición del toro, pero las poncinas y bernadinas finales calentaron al tendido. Una estocada recibiendo de efecto lento le confiró una oreja tras aviso al mexicano.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Istres, Francia. Quinta de Feria. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido (unas 2.000 personas).
Toros de Victoriano del Río.
Antonio Ferrera -en sustitución de Enrique Ponce-, ovación tras aviso y vuelta tras aviso.
Paco Ureña, dos orejas y oreja.
Luis David Adame, ovación tras aviso y oreja tras aviso.
FOTOGALERÍA: MURIEL HAAZ