Ser ganadero de bravo va mucho más allá de ser un simple criador; ese nombre tiene detrás una gran responsabilidad por continuar el legado que tomaron de sus ancestros. Ese es el caso de Victorino Martín García, un ganadero que lleva muchos lustros apostando por un tipo de toro que ahora es un referente. Es un hombre que siempre tiene en la cabeza la figura de su padre, un ganadero que llevó a la élite a una vacada que estaba abocada a la desaparición.
Aquí los tiempos son fundamentales y saber cuándo poner o quitar un toro de las vacas es clave para un ganadero, unas fechas que debe seguir a rajatabla para tener una organización de aquello que es realmente importante en la finca. La elección de los sementales está muy sopesada, meditan que vaca o vacas son las idóneas para un semental específico, ya que de esta decisión depende el devenir de la ganadería.
Durante los meses de otoño muchos ganaderos deciden que es el momento de llevar a los sementales con sus respectivos lotes de vacas. Eso es lo que vemos en este vídeo publicado hace varios años por la ganadería extremeña de Victorino Martín. Es un día de mucha lluvia, justo aquello que necesita urgentemente el campo bravo, pero en las ganaderías no se para, por eso las faenas se hacen, haga el tiempo que haga. Una faena de vital importancia, de ahí saldrán los resultados futuros de la vacada.
Hay que tener en cuenta que los años ganaderos no son como los nuestros, de enero a diciembre, sino que comienzan en julio. Por lo tanto, y aproximadamente, se echan los sementales en el cercado de las vacas durante los meses de noviembre y diciembre y se retiran en junio o julio. En este caso nos encontramos con varios semental contrastados, cuya labor es reconocer a las vacas que están en celo y conseguir cubrirlas para así aumentar su descendencia.
El periodo de gestación de una vaca es igual que el de una mujer, es decir, nueve meses, por ello los ganaderos para que le nazcan los animales en una fecha determinada elegirán una fecha u otra para echarle el toro a las vacas. Por todo ello, dependiendo de la zona geográfica; esto se hará entre los meses de noviembre o diciembre, procurando retirar a los sementales cuando la primavera da paso al verano.
La evolución de la ganadería la van marcando esas vacas que el ganadero va a probando en la selección de la tienta y esos sementales que se ganan la vida en el ruedo. Los sementales tienen un gran peso en la vacada, de ahí que esté muy exigido durante los meses de cubrición. Dependiendo del número de vacas veremos si es un semental más o menos contrastado. Como decía Javier Núñez, ganadero de La Palmosilla: “Cada ganadería es un mundo y cada ganadero tiene su propio método de selección. Nosotros nos fijamos mucho en las compatibilidades genéticas, es decir, la primera camada de un toro suele tener una muestra amplia de la ganadería, y vemos si hay una cruza que de especialmente bien”.