MURIEL HAAZ
El coso de El Palio de Istres acogía, en la tarde de este 18 de junio, la primera corrida de toros de su Feria taurina, un festejo en el que hacían el paseíllo Morante de la Puebla, Antonio Ferrera y Juan Leal con astados de Zalduendo y que, en modo corrida sinfónica, contaba con la participación de artistas de reconocido nivel como Angélique Blasco o Fréderic Cornille.
Ferrera, momentos de inspiración ante el primero de Zalduendo, al que pincha al intentar matar recibiendo
El primero de Zalduendo, número 52, nació en enero de 2017 y tenía un peso de 491 kilos. Tras el inspirado recibo de capa de Antonio Ferrera al animal, éste se llevó una única vara un tanto trasera. El diestro extremeño basó su faena en los naturales: a zurdas fue proponiendo el toreo y dando con la clave de un astado que mantuvo la duración y la nobleza. También con la derecha, sin ayuda, encontró el toreo el veterano, que ofreció momentos geniales incluso mirando al tendido en el justo instante del embroque. La mala suerte hizo que intentase matar recibiendo pero pinchase, enterrando posteriormente el acero a la segunda y saludando una ovación.
Morante porfía con el anodino segundo y deja detalles toreros
De 496 kilos era el segundo del festejo, primero del lote de Morante de la Puebla, número 158 y nacido en abril de 2017. La falta de transmisión del astado, que se llevó dos varas, condicionó la faena, en la que José Antonio debió tirar de suavidad y de toques muy sutiles para evitar que el animal se viniese abajo. No obstante, y a pesar de no fructificar la obra, sí dejó detalles geniales especialmente en los finales de cada serie, como un soberbio trincherazo. No sonó la música en una obra que el diestro cigarrero mató de un espadazo entero y fue ovacionado.
Leal marra con la espada su entrega total ante el tercero, al que se cambió por la espalda de rodillas para iniciar faena
474 kilos llevaba dentro el primero del lote de Juan Leal y tercero del festejo, un astado de abril de 2017 al que el diestro galo saludó erguido a la verónica, exponiendo ya en el prólogo de la lidia. La entrega fue la tónica fundamental de la faena de un Juan Leal que venía de abrir su tercera Puerta de los Cónsules nimeña hacía cinco días. De rodillas se echó en el centro del anillo para iniciar la obra, cambiándose en la última milésima de segundo al animal por la espalda en un péndulo de hinojos que llenó la escena y levantó al tendido. Tras ello, la sorpresa y el acercamiento al lugar donde las zapatillas queman fue la tónica del de Arles, que trazó por ambas manos al animal de Zalduendo al que, por desgracia, pinchó en el primero de los intentos con la tizona. A la segunda enterró el acero, requiriendo de doble descabello y siendo ovacionado tras aviso tras su obra.
Ferrera vuelve a banderillear y llena de magia El Palio en la lidia al cuarto, al que desoreja
De mayo del año 2016 era el cuarto de la corrida, un cinqueño número 168 y de 505 kilos de peso con el que Antonio Ferrera ya paladeó el toreo de capa. Y, minutos más tarde, sorprendió cogiendo los palos ante un animal al que le faltaba transmisión en su embestida pero por el que apostó el extremeño, llenando la escena palitroques en mano y rememorando sus grandes tercios antes de su retirada hace un lustro. Inspirado, se echó de hinojos para dar una tanda completa por la mano derecha en esa postura para iniciar faena, sacando posteriormente las virtudes de un animal cada vez más parado, pero que mantenía la nobleza humillada que aprovechó el diestro. Ya en el último tramo de la faena, al natural, dejó muletazos sueltos pero de mano hundida e inspirada Ferrera. Mató a la primera, pero tardó demasiado en caer el toro, sonando un aviso. No obstante, la entrega del tendido de Istres premió al diestro con dos orejas.
Morante, sin opciones con el desrazado quinto
El segundo del lote de Morante de la Puebla, quinto del festejo, nació en abril de 2016, otro animal cinqueño y de 514 kilos que no le dio opción alguna a José Antonio nada más que para lucirse a la verónica, por donde hizo crujir al tendido con su toreo. Animal desrazado, que no permitió al diestro expresarse y que se le paró muleta en mano. Fue silenciado tras aviso.
Leal cierra la tarde con una oreja
El toro que cerraba la corrida, de 520 kilos, nació en enero de 2016. Y le duró poco a Juan Leal un animal que pronto se vino abajo; no lo hizo la entrega del joven, que de nuevo dio fe de su concepto y se encunó entre los pitones del animal cuando éste se aplomó. Eso, unido a la estocada, le otorgaron una oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de El Palio, Istres. Primera de Feria. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido (unas 2.000 personas).
Toros de Zalduendo.
Antonio Ferrera, ovación y dos orejas tras aviso.
José Antonio “Morante de la Puebla”, ovación y silencio tras aviso.
Juan Leal, ovación tras aviso y oreja.
FOTOS: MURIEL HAAZ