La plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla acogía, en la tarde de este domingo 7 de mayo, la primera novillada con caballos de abono, en la que se lidiaban novillos de Rocío de la Cámara y Cortijo de la Sierra para Víctor Hernández, Jorge Martínez y Germán Vidal “El Melli”. Un festejo marcado por el juego de una novillada muy justa de fuerzas que se alargó hasta casi las diez menos cuarto de la noche tras la salida de dos sobreros con el hierro de la divisa titular.
Ovacionado Víctor Hernández con el desigual primero bis de Rocío de la Cámara
Tras devolverse el primero de la tarde por falta de fuerzas, salió en su lugar un sobrero del mismo hierro que tuvo cierta nobleza, pero el cual acusó justeza de fuerza y raza. Un animal que fue con alegría al jaco, pero que no se entregó en dos varas donde fue picado con eficiencia por Rafael Campos ‘Carioca’. Ya en la muleta el animal cantó que su pitón no iba a ser el izquierdo, por ahí tendía a meterse por dentro. A diestras el novillo tuvo mayor nobleza, pero le faltó continuidad en unas embestidas muy desiguales. Hernández buscó templar en todo momento al animal, pero entre el molesto aire y las embestidas sin entrega del de Rocío de la Cámara, la faena no tomó vuelo. Fue poco a poco puliendo el tornillazo de final del muletazo para conseguir una serie donde pudo redondear una serie interesante. El astado se sentía más cómodo en la media distancia, en la corta tendía a quedarse debajo y arrollar. Un animal que al que había que llegarle al hocico por lo tarda de su embestida. La faena, pese las ganas del novillero, nunca pudo tomar vuelo debido a la desigualdad de trasteo. Tras pasaportar al sobrero saludó una ovación.
La espada emborrona una entonada faena a zurdas de Jorge Martínez al ovacionado segundo
Volvió a dejar una grata sensación Jorge Martínez en su vuelta a Sevilla. Esta vez fue ante un novillo de Cortijo de la Sierra que sacó fondo en la muleta. Un animal que se movió sin excesiva entrega en los primeros tercios, pero que evidenció que podía sacar ese fondo de raza que tiene esta ganadería. Brindó al cielo el murciano una labor de gran temple y firmeza ante un animal que exigió mucho tanto en alturas como en las distancias. Martínez le corrió bien la mano a zurdas, por ahí el animal quería irse tras los vuelos pese a embestir rebrincadito por su justeza de fuerzas. Un novillo con mejor inicio que final del muletazo, algo que fue corrigiendo Jorge en una faena llena de matices. Por el lado derecho, el utrero tendió a embestir con los pechos y sin excesivo recorrido, de ahí que no basara su trasteo por ese pitón. Volvió a zurdas para dejar la serie más maciza de su actuación, siempre templando y llevando largo a un animal que se sentía más cómodo cuando más exigente era el muletazo. A Martínez le vuela muy bien la muleta, desenmuñecando en el momento justo para que el animal únicamente viera pañosa. Labor muy serie de un novillero que pide la alternativa a gritos. Pinchó en reiteradas ocasiones una obra muy bien estructurada y medida, cambiando la oreja por una ovación cerrada dese el tercio.
La porfía de El Melli escucha palmas ante el tercero de la tarde
No tuvo excesivo eco todo lo que hizo ‘El Melli’ con el tercero de la tarde, un novillo con nobleza pero muy apagado y agarrado al piso. El novillero gaditano porfió sin suerte en una labor a la que le faltó alma El de Cortijo de la Sierra tuvo mejor condición a zurdas, por ahí la tomaba con cierto ritmo, pero estaba en rojo el depósito de la fuerza y la casta. Finalizó su labor en los terrenos del novillo, pero este ya no podía con su alma. Tras dejar una buena estocada escuchó palmas en una labor desigual pero porfiadora.
Ovacionado Víctor Hernández con otro sobrero de mansa condición
El cuarto de la tarde fue animal sardo que ya desde salida demostró que iba a estar muy medido de fuerzas, un utrero con buen aire, pero que fue devuelto tras blandear en los primeros tercios. En su lugar salió un sobrero de Rocío de la Cámara, tan noble como manso, un novillo que aun sin humillar no tuvo mal aire. Pese a su mansedumbre, si empujó en el peto en el primer encuentro, pero fue un espejismo tras todo lo visto durante su lidia. Hernández sabía que había que apostar desde el inicio para sacarle lo poquito que tuviese, pero en el primer estatutario hizo por él por el pitón izquierdo, afortunadamente sin consecuencias. Acertó en aprovechar las inercias de un novillo que siempre embistió mejor hacia tablas. Quiso torear con las yemas a un utrero que se defendía si había algún tirón, pero que se aburría a las primeras de cambio. Inédito quedó uno de los novilleros con mejor ambiente del escalafón, ese que Sevilla quería ver, pero que no tuvo material para poder plantear un trasteo en condiciones. Tras pasaportar al que hacía cuarto bis saludó una ovación cariñosa desde el tercio.
Martínez saluda una ovación desde el tercio tras una labor breve pero de gran firmeza al quinto
Tampoco llevaba nada dentro el que hizo quinto, otro novillo que se agarró al piso en los primeros compases de faena. Un animal que se movió de salida y al que todo hubo que hacérselo a media altura. El murciano siempre quiso hacerle las cosas bien a un ejemplar que tendía a volverse en las manos por el pitón izquierdo. Expuso Martínez ante un astado que se quedaba a mitad del muletazo, y al que había que hacerselo todo con suma despaciosidad. Todo lo quiso hacer con ritmo pese a las condiciones de su oponente, tal era su seguridad en el ruedo que quiso cambiarse al de Rocío de la Cámara por la espalda con este entrando andando. Aguantó un parón con los pitones en la espalda en un alarde de enorme valor. La gente le valoró su esfuerzo, pero le pidió que abreviara por la nula condicion del utrero que tenía delante. Tras una estocada casi entera que tiró al animal sin puntilla, saludó dese el tercio.
El Melli le busca las vueltas al ensabanado sexto y le corta una oreja
Tampoco quiso romperse por abajo e irse tras los vuelos el espectacular ensabanado que cerró la primera novillada del abono. Un utrero que se quedó corto en los capotes durante la lidia. ’El Melli’ porfió ante otro ejemplar manso y de embestida a media altura. Aprovechó las inercias de un ejemplar que también acusó escasa fortaleza, pero que le dejó —al menos— hilvanar faena. Derrochó ganas el gaditano en una labor donde desplazó —en demasía— hacia fuera la embestida de un animal que siempre tendió a salir aburridito al final del muletazo. Germán no se dejó nada en el hotel dentro de un trasteo donde toreó demasiadas veces al hilo del pitón. Faena voluntariosa donde acertó a empapar de muleta a un ejemplar con movilidad, pero sin esa entrega tan necesaria para romperte por abajo. Una labor que tuvo picos intensos dentro de su irregularidad. Tras una estocada algo caída fue premiada su labor con el corte de una oreja que cerraba una tarde que se alargó algo más de dos horas y media.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Primera novillada con caballos de abono. Un cuarto de entrada.
Novillos de Rocío de la Cámara y Cortijo de la Sierra, primero y cuarto como bis. Con movilidad a media altura el manejable pero desrazadito primero bis; con codicia y entrega a zurdas el interesante segundo; muy agarrado al piso el noble y sosito tercero; de mansa condición el rajado sobrero que hizo cuarto; sin raza ni empuje el aplomado quinto; con movilidad pero sin entrega en mansito sexto.
Víctor Hernández: Ovación con saludos en ambos
Jorge Martínez: Ovación con saludos en ambos
Germán Vidal “El Melli”: Palmas y oreja.