Francisco de Manuel explicó que el viento «ha condicionado mucho la faena. Era un poco bruto, tenía el defecto de escarbar, pero ha habido momentos en los que el viento me ha permitido profundizar un poco más y dejar una faena más profunda. Me hubiera gustado verlo sin viento», explicó el madrileño.
El torero de Arganda, afincado en Colmenar Viejo, expuso y echó la mano abajo con el serio quinto a pesar de las ráfagas de viento impresionantes que se produjeron durante la faena, muy condicionada por esta circunstancia. Y por la mala utilización de la espada. Que emborronó mucho el final de la faena. «El viento ha molestado mucho, eso es indudable, pero también la condición de este toro, muy brusco, con muchas teclas y daba igual en qué lugar de la plaza lo toreases. En el único sitio que no hace viento es en la casa de uno, y e mejor estar aquí», sentenciaba el torero