Avanza San Isidro y, a pesar de la carta de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia solicitando la suspensión de la exhibición de los toros en El Batán, nada va a cambiar, ya que la empresa tiene la obligación contractual (por pliego) de la exposición del 50% de las ganaderías anunciadas en el ciclo en los corrales de la Casa de Campo. Y esta vez, todos los ganaderos parecen estar de acuerdo. Incluido Borja Domecq, que hoy lidiará sus Jandilla sin haberlos expuesto en El Batán.
El mosqueo de los ganaderos es generalizado. No hay uno que esté de acuerdo con cómo se están haciendo las cosas en El Batán. Y nada tiene qué ver con el hecho de exhibir los toros al público. Al menos así se despende del comunicado de la RUCTL y de las palabras del ganadero de esta tarde, Borja Domecq, quien no se quiso desmarcar de esta situación: «Querer inventar lo que está inventado es muy difícil, llevamos muchos años lidiando en plazas de gran categoría, muchas de ellas que exhiben sus toros ante los aficionados, como en Francia o Pamplona, donde hacen el reconocimiento al desembarcar la corrida y los toros que se exponen son los que, definitivamente, van a ser lidiados. Eso también habla de seriedad, porque ¿qué ganas mostrando toros que después no van a salir a la plaza?«.
Pero no es lo único, asegura el ganadero de Jandilla: «Por otro lado, hay que disminuir el detrimento que sufre el ganadero, que ve como sus toros se pueden lesionar, pierden peso o causan baja directamente por algún accidente que, está claro, nadie quiere que suceda, pero que es una posibilidad y es un riesgo que asume única y exclusivamente el ganadero. En las circunstancias actuales, creo que no es la forma de hacerlo y la gran mayoría de los ganaderos pensamos igual en este aspecto. En mi caso, ni siquiera me han llamado para traer los toros a El Batán, pero pienso igual que los que han venido y han sufrido las consecuencias. Es algo que no es justo«.
Centrándonos en la corrida de hoy, Borja nos adelantó que «para Madrid tampoco hay tanto dónde elegir, miramos la punta de la camada y procuramos equivocarnos lo menos posible en la elección. Tenemos toros de cinco sementales diferentes, los mismos de los que hemos estado lidiando este año en plazas de responsabilidad con muy buenos resultados. Ayer pasaron el reconocimiento seis de los ocho que trajimos y hemos traído un par más para asegurarnos que se lidie la corrida completa».
«Aunque trajimos algún toro con el hierro de Vegahermosa,» –continua el ganadero–, «al final todo viene de la misma selección y no hay diferencia, todos los toros son cuatreños, muy bien hechos y con el remate que exige Madrid. Ahora sólo queda esperar que el viento amaine un poco y podamos pasar una buena tarde de toros».